El vídeo delator

Annie Murphy, la mujer norteamericana que asegura haber tenido un hijo con el obispo católico irlandés Eamonn Casey, lo que ha propiciado la dimisión de éste y un escándalo mayúsculo para la Iglesia Católica de este país, afirma en declaraciones recogidas ayer por el diario Irish Times que grabó en secreto un vídeo en el que se ve al obispo entregándole dinero.Murphy añadió que puso este hecho en conocimiento del prelado en febrero, diciéndole que estaba atrapado. Annie Murphy, una mujer divorciada de 44 años que vive en Connecticut (EE UU), agrega que el vídeo fue grabado por un amigo en agosto y que en él aparece el encuentro que tuvo con el obispo Casey en el hotel Grand Hyatt de Nueva York.

Casey, de 65 años, dimitió el jueves como obispo de Galway (Irlanda), por "razones personales" después de que Murphy manifestara en la radio irlandesa que había sido la amante del prelado durante 18 meses entre 1973 y 1974 y que éste era el padre de su hijo Peter, que ahora tiene 17 años. Días después, la prensa irlandesa informaba que Casey había pagado a Murphy más de diez millones de pesetas en los últimos 15 años.

Según las declaraciones de Annie Murphy, la reunión recogida en el vídeo fue arreglada por ella con objeto de persuadir al obispo para que le ayudase en la venta de una casa de su propiedad y en el pago de las tasas de la universidad de su hijo.

La mujer añadió que la negativa del obispo a hablar con su hijo por teléfono le había llevado a desvelarle la existencia de la cinta. "Le dije que no me importaba lo que le sucediera y que le había grabado en vídeo y que estaba cogido", afirma.

El obstinado silencio que ha mantenido el obispo Eamonn Casey desde que estalló el escándalo ha hecho que la opinión pública sólo conozca la versión de Annie Murphy, cuyo modo de vida es descrito como "excéntrico" y cuyas, afirmaciones "no parecen completamente fiables", según un reportero del diario The Irish Times que la ha visitado recientemente en su vivienda de Connecticut.