Dimite el obispo más popular de Irlanda al descubrirse que tiene un hijo en Estados Unidos

El más popular obispo de Irlanda, Eamon Casey, de 65 años, dimitió de todos sus cargos en la jerarquía católica y abandonó ayer el país, al conocerse su paternidad de un chico de 17 años. La noticia ha causado estupor y consternación entre los católicos irlandeses. "Una terrible ola de tristeza ha cruzado el país", afirmó el ministro de Justicia, Padraig Flynn, quien añadió que Casey "es famoso y apreciado, y seguirá siéndolo a pesar de todo esto".

La madre del chico, una ciudadana norteamericana, habló ayer por primera vez para criticar la actitud del obispo durante todos estos años. Annie Murphy, de 44 años, vive en Connecticut (Estados Unidos) con su hijo Peter, de 17 años, a quien concibió durante un romance con el obispo Casey que duró 18 meses.Murphy explicó ayer que llegó a Dublín en abril de 1973 "para superar un reciente divorcio; conocí al obispo tres semanas después y quedé embarazada en noviembre". "Al principio, nuestra relación fue lo más maravilloso que ha sucedido en mi vida; tuve al niño en el hospital Rotunda de Dublín y luego viajé a Estados Unidos, para volver cuando Peter tenía ' seis meses", siguió.

A su regreso a Dublín, la relación había cambiado. El obispo no la admitió en su casa y tuvo que alojarse en un hogar católico para madres solteras. Discutieron sobre los costes de manutención del niño y ella le amenazó con crear un escándalo ante el Vaticano.

Progresista

Casey cedió y aceptó pagar 175 dólares (unas 18.000 pesetas al cambio actual) cada mes. Adicionalmente, en 1990 el obispo entregó a Annie Murphy unos 12 millones de pesetas, a través de un bufete de abogados neoyorquino.La procedencia de esa cantidad es por ahora desconocida. Casey siempre presumió de carecer de dinero propio, aunque gestionaba grandes sumas como presidente de las principales instituciones de beneficiencia de la Iglesia católica irlandesa.

El periódico The Irish Times definió a Casey, en su edición de ayer, como "el más enérgico, probablemente el más popular y, sin duda, el más preocupado por las cuestiones sociales de entre todos los obispos irlandeses de su generación".

Casey creó sociedades benéficas en Irlanda y Gran Bretaña, lanzó numerosas campañas de ayuda al Tercer Mundo y desde 1973 presidió Trocaire, la agencia católica para el desarrollo ede los países pobres. Era amigo del obispo Romero de El Salvador, y como él era conservador respecto al dogma católico, pero progresista en asuntos sociales.

Cuando Romero fue asesinado, Casey asistió a su funeral ycriticó furiosamente a Estados Unidos. En 1984 se negó a recibir al presidente Ronald Reagan, de visita en Irlanda, "por su apoyo a los grupos criminales salvadoreños".

El obispo Casey, que se entrevistó en Malta la semana pasada con el nuncio papal para Irlanda, Emanuel Gerada, viajó el domingo último a Roma y al día siguiente presentó su dimisión ante el Vaticano. Inmediatamente después de anunciar que abandonaba su cargo, Casey viajó hacia Nueva York y no quiso hacer declaraciones.

La madre de su hijo dijo sentirse satisfecha por la dimisión: "Él me hirió cruelmente hace 17 años, y he tenido que soportar esa herida durante mucho tiempo".

Escándalo

Annie Murphy afirmó que no permitiría que el obispo restableciera la relación con su hijo. Peter, el chico, supo quién era su padre a los nueve años. Ayer declaró haber conocido al obispo en 1990: "Permanecimos juntos sólo cuatro minutos. Estaba frío y distante. Me dijo que rezaba por mí dos veces cada día".El escándalo protagonizado por el obispo Casey añade un dato más al dilema moral en el que vive en las últimas semanas la sociedad irlandesa, profundamente católica, tras la polémica nacional generada por el caso de una adolescente a la que el Tribunal Supremo de este país autorizó a viajar al extranjero para someterse a un aborto, algo ¡legal en Irlanda.

[El primer ministro irlandés, Albert Reynolds, calificó ayer la dimisión de Casey de "lamentable" y dijo que se trataba de una "tragedia personal", informa la agencia Efe].