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Los armenios de Nagorni Karabaj atacan posiciones azeríes a pesar del alto el fuego firmado en Irán

Los armenios de Nagorni Karabaj lanzaron ayer por la mañana una ofensiva contra las posiciones azeríes de la ciudad de Shushá y sus alrededores para, según ellos, hacer callar las baterías que constantemente lanzan misiles contra Stepanakert, la capital del enclave. Este ataque se produjo en los mismos momentos en que en Teherán se firmaba un acuerdo de alto el fuego entre los presidentes de Armenia, Levón Ter-Petroslán, y de Azerbaiyán, Yagub Mamédov, que se pretendía fuera el primer paso para poner fin a una guerra que ya dura cuatro años y que ha provocado miles de muertos. El documento lleva también la firma de Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, el lider iraní, que ha hecho de mediador.

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El ataque se produjo en la mañana del viernes, según el Ministerio de Defensa azerí, después de una noche de bombardeo contra Shushá, la última ciudad azerbaiyana en Nagorni Karabaj. Además de esta localidad, los azeríes dominan algunas decenas de aldeas, pero la mayoría de los que vivían en este enclave, en el que el 80% de la población era armenia, se han visto obligados a huir.Carros de combate, helicópteros y artillería armenios lograron abrirse paso a través de las aldeas azerbaiyanas de los alrededores de Shushá. "Los combates han sido sangrientos, con numerosas víctimas, cuyo número ahora está siendo precisado", se dice en el comunicado difundido ayer por el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán. Las agencias de noticias locales indicaron que el número de muertos podría elevarse a docenas de combatientes.

Los armenios confirmaron el ataque, explicando que la decisión la había tomado la noche anterior el Consejo de Defensa de Nagorni Karabaj para poner fin a los "incesantes bombardeos" de Stepanakert, la capital de Nagorni Karabaj.

A las diez de la mañana del viernes, los armenios habían destruido la base militar azerbaiyana de la aldea de Dzhangasán, situada en una altura desde la que bombardeaban Stepanakert, y por la tarde ya combatían en las calles de Shushá.

Al mismo tiempo, según los armenios, continuaba el bombardeo contra Stepanakert desde otros puntos y cuatro helicópteros militares de combate disparaban misiles "contra la población civil".

Mientras tanto, en Teherán, Ter-Petrosián y Mamédov se daban la mano en presencia del presidente de Irán, Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, después de haber firmado un acuerdo de ocho puntos, entre los que figura un alto el fuego entre las dos repúblicas en conflicto.

Este cese de las hostilidades entraría en efecto dentro de una semana, después de que Mahinud Vaezi, el viceministro de Exteriores iraní, visite la capital de Azerbaiyán, Bakú; la de Armenia, Ereván, y Nagorni Karabaj. El documento también prevé levantar el bloqueo a que actualmente se halla sometido el enclave.

El ataque armenio en Nagorni Karabaj, en momentos en que se firmaba el acuerdo en Teherán, confirma una vez más que Ereván no controla a sus compatriotas de Nagorni Karabaj. En Armenia gobierna el Movimiento Nacional Armenio, de carácter moderado, mientras que en el enclave -que se proclamó república en septiembre del año pasado y en diciembre se declaró independiente de Azerbaiyán- lo hace el partido Dashnaktsutiún, organización mucho más radical, opositora en Armenia a TerPetrosián.

En Tayikistán, el otro foco conflictivo de la Comunidad de Estados Independientes, el presidente Rajmón Nabíyev hizo ayer una inesperada intervención por la radio republicana, controlada por la oposición, en la que ofreció su cooperación al Consejo Revolucionario que ha tomado el poder. "Estoy dispuesto a trabajar con la oposición en la formación de un gobierno de coalición", declaró Nabíyev, pero momentos después de que se transmitieran sus palabras, miles de personas se lanzaron a la calle para expresar su descontento y exigir al presidente ex comunista que se entregue y se enfrente a los tribunales. Su alocución indica que Nabíyev se había refugiado en la sede del KGB, donde se realizó la grabación a las dos de la tarde. También significa que para parte de la oposición Nabíyev sigue siendo el legítimo presidente.

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