Un juez condena a un conductor a pagar a su novia un millón al mes el resto de su vida

El Juzgado de Instrucción número 7 de Granada ha condenado al novio de una mujer de 29 años que quedó tetrapléjica como consecuencia de un accidente de circulación ocurrido en la denominada ruta de la muerte, que sólo en cuatro años se ha cobrado 200 vidas, a pagar, además de una indemnización de 96 millones de pesetas, una ayuda mensual de 1.174.000 durante el resto de su vida.

La juez Inmaculada Montalbán considera a Ramón Atarraga responsable del accidente de tráfico cuando circulaba a demasiada velocidad con un vehículo alquilado por la nacional 323, en el término municipal de De¡fontes.

La sentencia, que será recurrida, supone una de las mayores indemnizaciones conocidas por secuelas en accidente de tráfico La mujer María Aránzazu Ibáñez Álvarez, licenciada en Derecho y en Ciencias Empresariales, sufre una tetraplejía y lesiones que la incapacitan para hablar y comunicarse, temblor intencional y disfunciones de la capacidad sensoperceptiva.

La juez ha tenido en cuenta para calcular el montante total de la indemnización la incapacidad temporal, las secuelas, los daños de disfrute y placer y los gastos de asistencia y de rehabilitación.

No obstante, la juez asegura que es imposible cuantificar "el sufrimiento de unos padres que ven cómo la vida y el prometedor futuro de su hija quedaron quebrantados, siendo prácticamente imposible que la joven recupere aquellas funciones que le permitan una relación cotidiana normal".

Exceso de velocidad

El accidente ocurrió en agosto de 1990, cuando los novios viajaban de Madrid a Granada en un turismo que habían alquilado a la empresa Automóviles Chile de Madrid. Según la juez, el exceso de velocidad fue la causa de que Ramón Atarraga perdiera el control del vehículo y se saliera de la calzada.La sentencia asegura que ésta fue la única causa del percance y que de haber circulado a la velocidad permitida nada habría ocurrido. Curiosamente, el accidente se produjo en el tramo de carretera con mayor siniestralidad de Andalucía y probablemente de España.

Otro juzgado de instrucción, el número 1, investiga la denuncia presentada por el juez de paz de Iznalloz contra el jefe de la demarcación de carreteras de Andalucía Oriental, Rafael Villar Rioseco, al considerar que el origen de buena parte de los accidentes acaecidos en ese tramo de vía en los últimos cuatro años es la mala señalización de la carretera.

Aunque el fallo, al ser recurrido, no es firme, declara como responsable del pago de las cantidades aludidas a la aseguradora Mapfre, mientras que subsidiariamente la condena recae sobre la empresa que arrendó el vehículo siniestrado.