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A la cárcel por acoso sexual

Francia incluirá en su Código Penal la persecución de un subordinado con intenciones eróticas

El "abuso de autoridad en materia sexual dentro del marco de las relaciones de trabajo" puede costarle a algún jefe desaprensivo hasta un año de cárcel, una vez que en Francia sea aprobado el proyecto de ley presentado por Véronique Neiertz, la ministra responsable de los Derechos de la Mujer. El texto tipifica, por primera vez en Francia, el delito de acoso sexual, el famoso sexual harassment de las feministas estadounidenses.

Una encuesta fue lo que puso en marcha a la ministra: más del 20% de las francesas declaraban haber sido en un momento u otro de su vida víctimas del acoso sexual. Quienes lo reconocían eran mujeres jóvenes, en su mayoría viudas, separadas o divorciadas, es decir, lo que convencionalmente se denomina mujeres solas.Para Véronique Neiertz, el "acoso sexual sólo podrá ser legalmente condenable cuando vaya acompañado de chantaje referido al empleo, la promoción profesional o la remuneración y sea activamente protagonizado por un superior jerárquico". Un supuesto muy concreto que recuerda de alguna manera al caso protagonizado por la abogada Anita Hill en Estados Unidos, por ejemplo, quien acusó al juez del Tribunal Supremo Clarence Thomas -para quien trabajó- de haberle hecho proposiciones hace años.

"El proyecto de ley propone una definición del delito que nos parece reductora y que nos deja indefensas ante otras formas de acoso", opinan algunas representantes de asociaciones feministas.

Pero en EE UU llegan incluso a castigar la intención o deseo sexual, en opinión de las autoridades francesas, lo que están muy lejos de pretender. Para la ministra, se trata de evitar precisamente una tipificación de todas las situaciones: "Cada caso es distinto. ¿Cuándo se trata de seducción y cuándo de acoso?". Para evitar que la ley so convierta en un arma del puritanismo, la solución ha consistido en enmarcarla en el cuadro del Código Laboral y en hacer hincapié en la importancia de la existencia de una diferencia de jerarquía entre víctima y agresor.

Un año de prisión

El proyecto de ley prevé penas de hasta un año de cárcel y multas de hasta 20.000 francos (casi 350.000 pesetas). Obviamente, cualquier despido motivado porque la víctima no ha querido someterse al deseo sexual de su superior es considerado improcedente.Las encuestas prueban que las mujeres que más a menudo viven situaciones de acoso sexual son las enfermeras, seguidas de las trabajadoras del ramo de la hostelería y en tercer lugar de las trabajadoras en las fábricas. Las enfermeras son perseguidas por los médicos mientras que en la hostelería son los clientes quienes se transforman en sátiros. En las fábricas, las mujeres son minoría y eso las hace más vulnerables.

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