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Sanidad propone a los médicos un pacto para introducir nuevas formas de relación laboral

Milagros Pérez Oliva

El Ministerio de Sanidad va a ofrecer a las organizaciones médicas sindicales y profesionales la consecución de un pacto de ordenación profesional que permita introducir nuevas formas de relación laboral y diferentes vías de promoción profesional a los facultativos. El actual estatuto personal de la Seguridad Social otorga a los médicos una situación similar a la de funcionario, lo que constituye un corsé que impide introducir mejoras en la organización y gestión de los centros sanitarios. Sanidad contempla diversas fórmulas de relación laboral, entre ellas el denominado contrato cooperativo, que se propone ensayar este mismo año como experiencia piloto en varias unidades hospitalarias.

El pacto que Sanidad propondrá a los médicos se centra en dos grandes ejes: la creación de nuevas vías de promoción profesional, con los correspondientes incentivos económicos, y la introducción de relaciones laborales contractuales, siempre voluntarias. El ministerio convocará en las próximas semanas a las distintas organizaciones médicas -sindicatos, asociaciones profesionales, sociedades científicas, colegios de médicos, ectétera- para iniciar un debate en profundidad.Consciente de se trata de una cuestión sumamente polémica y delicada, el director general de Recursos Humanos y Organización, Jesús Gutiérrez Morlote, afirma: "No vamos a hacer una propuesta concreta. Vamos a abrir un periodo de debate que permita consensuar un pacto global".

El pacto de ordenación profesional es considerado un paso imprescindible. de la reforma sanitaria. La actual situación resulta insatisfactoria, tanto para los gestores como para los médicos. Desde el punto de vista de los gestores, los médicos ocupan una posición absolutamente estratégica, pues de ellos depende el control del gasto sanitario y la eficiencia de los servicios. La rigidez de la actual relación laboral y la ausencia de unos incentivos vinculados a los resultados se han convertido, según los gestores, en un factor de ineficiencia, pues el médico sabe que, haga más o haga menos, cobrará lo mismo.

'Tapón generacional'

Desde el punto de vista de los médicos, la situación actual no puede ser más desmotivadora: la remuneración es insuficiente, y las posibilidades de promoción profesional, muy escasas. Un médico adjunto con dedicación exclusiva cobra alrededor de 230.000 pesetas limpias al mes y tiene que redondear el sueldo a base de guardias. Sus expectativas de mejora se limitan a la posibilidad de ser nombrado jefe en el escalafón organizativo, pero en la mayoría de los casos esa posibilidad es remota, pues quienes ocupan los cargos tienen la misma edad y la plaza en propiedad.

Aparte del efecto psicológico que el tapón generacional tiene sobre la mayor parte de los médicos, la existencia de una única vía de promoción profesional es también perniciosa desde el punto de vista de la gestión, pues no siempre el buen cirujano al que se quiere premiar con el incremento salarial de una jefatura resulta un buen organizador.

Por esta razón, Sanidad de propone articular el debate en dos frentes: el de la carrera profesional y el de las formas de relación laboral. Sobre el modelo de carrera profesional se han conocido en los últimos años por lo menos 13 propuestas. Sanidad se inclina por instaurar dos vías de promoción, una exclusivamente profesional, basada en méritos médicos y científicos, y otra organizativa, vinculada al mando de los distintos servicios.

En contrapartida, los médicos deberán asumir la responsabilidad del gasto sanitario. Éste es el principal objetivo de la segunda parte de la propuesta, relativa a las relaciones laborales. En este apartado, Sanidad contempla tres opciones, que pueden coexistir y que han de dar lugar a la introducción de lo que Gutiérrez Morlote denomina contrato cooperativo.

La primera es el pacto de productividad, que, sin modificar las actuales relaciones laborales, permita premiar el funcionamiento más eficiente de un servicio sanitario mediante mejoras profesionales o económicas a gestionar por los propios médicos. La segunda posibilidad es la contratación laboral: el personal sanitario que se acogiese a ella obtendría una excedencia de su actual puesto y pasaría a regirse por un contrato laboral o de prestación de servicios. La tercera posibilidad que se contempla es el contrato civil de prestación de servicios, que afectaría a unidades o servicios completos.

Los servicios deberían asumir unos objetivos sanitarios previamente fijados por la autoridad sanitaria y gestionar los recursos asignados para ello. Una fórmula de este tipo se propone iniciar Sanidad este año como experiencia piloto en varias unidades hospitalarias.

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