La amenaza del hambre se cierne sobre Sarajevo
"Sarajevo ya sólo tiene comida para unos días. Después, si no han levantado el bloqueo, tendremos que hacer algo", decía ayer Eyup Ganic, miembro de la presidencia de Bosnia-Herzegovina. Alrededor de los dos tercios de los 600.000 habitantes de la ciudad permanecen en su interior, totalmente rodeado por la guerrilla y el Ejército serbio-federal, que no permiten ni la entrada ni la salida de bienes.En algunos pueblos rodeados por serbios en el norte del país "se da ya el hambre generalizada", según el coordinador general de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en la república de Bosnia-Herzegovina, Fabrizio Hochschild.
La guerrilla serbia ya le ha robado a esta organización cinco camiones con alimentos. El comandante Mauser, de las Águilas Blancas, una de estas unidades, amenazó ayer a un conductor del ACNUR con "despertar al pelotón de ejecución" si no le entregaba de inmediato un camión como "pago de aduana" por el paso de otro. Dos camiones con ayuda médica y alimenticia norteamericana, conducidos por soldados de la ONU, fueron obligados a retroceder por el Ejército federal cuando intentaban llegar de Tuzla a Sarajevo.
En las tiendas ya es imposible encontrar verduras y frutas y escasean los bienes perecederos. Las estanterías de los comercios van quedándose vacías tras 12 días de bloqueo. Los precios han aumentado un 200% en las últimas semanas. Al menos 30.000 personas ya no comen diariamente, según fuentes de la ONU.
Ayer, primer día que abrían los bancos tras los combates de la pasada semana, los ciudadanos hicieron largas colas para sacar el dinero con que comprar los pocos productos que aún se pueden conseguir.
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