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Los 'grapos' juzgados por el asesinato de un médico aseguran que seguirán "resistiendo"

Guillermo Vázquez y María Jesús Romero Vega, los miembros de los GRAPO acusados del asesinato en Zaragoza de José Ramón Muñoz Fernández, jefe del equipo médico que atendió a los presos de esa organización en huelga de hambre en la prisión zaragozana, se negaron ayer a contestar al interrogatorio en el juicio celebrado contra ellos en la Audiencia Nacional. El tribunal acordó su expulsión de la sala cuando intentaron pronunciar un alegato anunciando que seguirán "resistiendo".

Guillermo Vázquez está acusado de haber disparado tres veces a la cabeza del doctor Muñoz Fernández en su consulta, a la que accedieron él y María Jesús Romero el 27 de marzo de 1990 tras concertar una cita bajo nombre falso. Muñoz Fernández era el jefe del equipo médico que atendió a los grapos en huelga de hambre y que, por indicación de las autoriades penitenciarias, eran alimentados forzosamente, por vía intravenosa.Al inicio del juicio, tanto Guillermo Vázquez como María Jesús Romero dijeron que no querían contestar a las preguntas y recordaron la muerte en la huelga de hambre de su compañero José Manuel Sevillano Martín. El presidente del tribunal les retiró la palabra. Guillermo Vázquez, para quien el fiscal pidió 30 años de cárcel por el asesinato del médico, llamó la atención al presidente del tribunal al considerar "de mala educación" que impidiese hablar a su compañera.

La abogada de los procesados, Francisca Villalba, consideró responsable del atentado contra el doctor Muñoz y de la muerte del grapo José Manuel Sevillano Martín al presidente del Gobierno, Felipe González; al entonces ministro de Justicia, Enrique Múgica, y al responsable de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción. La abogada adujo la nulidad de las pruebas obtenidas al haber sido detenido Guillermo Vázquez sin mandamiento de entrada, según dijo, y registrado su piso sin estar presente el secretario judicial. También alegó las "torturas psicológicas" denunciadas por el grapo en su declaración, en la que decía encontrarse "desquiciado" porque le habían interrogado "constantemente".

Alevosía

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La fiscal solicitó sendas penas de 30 años para los grapos e hizo leer la declaración judicial de Guillermo Vázquez, en la que éste admite haber disparado su pistola sobre el doctor Muñoz por orden del dirigente de esa banda Fernando Silva Sande, actualmente en paradero desconocido tras fugarse el pasado 31 de marzo de la cárcel de Granada. Silva iba a ser juzgado también ayer.

Según la fiscal, el asesinato fue planeado con alevosía, ya que se produjo "mediante un ataque súbito e inesperado sobre una persona que no lo esperaba".

[Mientras, Juan Lorenzo Lasa Michelena, Txikierdi, el dirigente etarra recientemente entregado por Francia tras cumplir en aquel país una sentencia de siete años de cárcel, fue conducido ayer a la Audiencia Nacional donde declaró en siete de los sumarios que tiene abiertos. Txikierdi negó ser el inductor de varios atentados por los que fue preguntado].

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