_
_
_
_

Los combates se reanudan en Bosnia poco después de la firma de un armisticio

El acuerdo de alto el fuego alcanzado ayer por las tres partes en conflicto en la ex república yugoslava de Bosnia-Herzegovina (musulmanes, serbios y croatas), "aplicable inmediatamente" según el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal (que este semestre preside la Comunidad Europea), Joáo de Deus Pinheiro, murió antes de que los mediadores comunitarios hubieran abandonado el espacio aéreo de la zona. Los combates se reanudaron con especial virulencia, con bombardeos lanzados desde los barrios serbios contra los musulmanes en Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina.

Más información
Bonn amenaza a Belgrado con el aislamiento

La llegada de una misión mediadora de la Comunidad Europea (CE) a Sarajevo había logrado ayer reducir la intensidad de los combates que desde hace tres días se libraban en la ciudad entre la guerrilla serbia y las fuerzas musulmanas y croatas. Pero la firma de un alto el fuego enseguida se convirtió en papel mojado. Además de en la capital de Bosnia-Herzegovina, ayer continuaban los violentos enfrentamientos en las afueras de Sarajevo, en la ciudad septentrional de Caplina y en la occidental de Mostar. El bombardeo de una refinería en Bosanski Brod provocó un gran incendio y dos muertos. El Ejército abrió un nuevo frente en Herzegovina, donde intenta crear una cuña entre las fuerzas croatas en la región de Livno y su retaguardia en la costa dálmata en territorio de Croacia.Lord Carrington, presidente de la Conferencia sobre Yugoslavia, Pinheiro y el también portugués Jose Coutilheiro, mediador en otras ocasiones en la guerra, mantuvieron en Sarajevo entrevistas con los líderes de las tres comunidades. Las entrevistas tuvieron que celebrarse en el aeropuerto, tomado por el Ejército, ya que en la ciudad continuaban los enfrentamientos esporádicos y un barrio musulmán era atacado en aquellos momentos por fuego de mortero.

Los responsables

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Después prosiguieron viaje hacia Belgrado, donde debían entrevistarse con el presidente serbio, Slobodan Milosevic, y el ministro de Defensa, Blagoie Adzic, representantes según la Comunidad Europea y EE UU de los principales responsables de la guerra: el régimen serbio y el Ejército.

Aunque todos los encuentros fueron a puerta cerrada, Carrington advirtió públicamente que, si no cesaban los combates, todos los implicados podrían ser objeto de sanciones. Esta advertencia parecía dirigida ante todo a Zagreb, cuyo Gobierno debe saber que, aunque la comunidad internacional ha identificado a Serbia como el principal agresor en la contienda, también está decidida a que Croacia no introduzca impunemente tropas regulares en Bosnia-Herzegovina.

El Parlamento serbio celebró ayer por su parte una sesión en la que se insistió en que esta república no tiene ambiciones territoriales en Bosnia-Herzegovina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_