Enfermos indefensos
A menos de treinta kilómetros de Madrid, en Villanueva de la Cañada, han puesto un centro médico que atiende las urgencias de los pueblos de alrededor; que debería atender, quiero decir.Tienen incluso un vehículo con conductor para atender las llamadas urgentes a domicilio. Pues bien: se repiten de continuo las quejas y lamentos. Se niegan a visitar a los enfermos que no pueden desplazarse hasta dicho centro médico, según les parezca o quién sea el paciente. Las denuncias en los ayuntamientos colindantes han sido continuas. No hace mucho murió una persona sin ser atendida.
Incluso en uno de los plenos del Ayuntamiento escuché a un concejal -y así estará reflejado en acta- que las gentes se retraen a denunciar ese servicio por temor a las veladas amenazas que en dicho centro se hace a los indefensos pacientes que osan importunarle cuando está de guardia.
Hace unos días sufrí una hemorragia interna que me hacía perder el conocimiento. Estaba sola con mis dos hijas de cinco y seis años. -Llamé a una vecina, quien a su vez solicitó la presencia de un médico de dicho centro de Villanueva de la Cañada: mala pata.
Su contestación fue que si me dolía en la zona indicada sería apéndice y que él no podía hacer nada. Le suplicamos su presencia, pero se negaron. Fueron unos vecinos quienes tuvieron que atenderme y llevarme a un centro hospitalario.
Pregunto: después de pagar casi doscientas cincuenta mil pesetas de Seguridad Social al año, ¿son mis vecinos quienes están obligados a atenderme cuando me pongo enferma?-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.