La preocupación por un posible fracaso de la Cumbre de Río preside el Día Internacional de la Tierra

Análisis pesimistas en torno a la Cumbre de la Tierra que se celebrará en Río (Brasil) del 3 al 14 de junio, llamamientos de las organizaciones ecologistas a los países industrializados para conseguir una solidaridad Norte-Sur en la protección de] medio ambiente y la publicación de varios informes con datos alarmistas sobre el panorama mundial centran los actos convocados para hoy, Día Internacional de la Tierra.

El Comité español de Seguimiento de la Conferencia de Brasil 92, integrado por los principales grupos conservacionistas, presenta hoy un documento cuyo eje central es la "convergencia Norte-Sur". Así comienza: 'Las injustas y abismales diferencias entre el Norte y el Sur, herencia desgraciada del colonialismo y del imperialismo, deben ser superadas. Conviene señalar que la responsabilidad de los problemas de los países del Sur no sólo es fruto de la explotación del Norte desarrollado, sino, también de la práctica de las élites del Sur, y la demagogia de algunas de sus propuestas". Datos y conclusiones son rotundos: "El Norte ha acumulado una gran deuda ecológica y social con los pueblos del Sur. Con sólo el 18% de la población mundial, los países industrializados consumen el 80% de la producción mundial de energía comercial, el 79% del acero, el 85% del papel y el 86% de los metales no ferrosos".Pero ha sido la organización internacional Greenpeace la que ha hecho el balance más desesperanzador, al acusar ayer en Madrid a gobiernos, multinacionales y al Banco Mundial de querer convertir la Cumbre de Río en un "carnaval verde", "un estrepitoso fracaso" en asuntos como el militarismo, los residuos radiactivos y el empleo de energía nuclear. Greeripeace acusa a banqueros y empresarios de intentar "enviar al sur las tecnologías prohibidas en el norte y los residuos tóxicos", y arremete contra la propia ONU y sus documentos básicos sobre medio ambiente: "La Carta de la Tierra y la Agenda 21 no incluyen planes urgentes para salvar las selvas y bosques tropicales, no impide los vertidos radiactivos al mar y no regula la industria de la biotecnología".

El informe anual, State of the World (Estado del Mundo), del Worldwatch Institute, y publicado en España por el Centro de Investigación para la Paz, también toma Río como punto de partida: "La Cumbre de la Tierra inaugura una década decisiva para el cambio de sentido en tendencias como las siguientes: extinción diaria de 140 especies animales y vegetales, calentamiento global del planeta, desaparición de 17 millones de hectáreas de bosque cada año, 1.200 millones de personas sin agua potable limpia...". Más adelante, señala: "Han transcurrido 20 años desde la primera voz de alarma [la anterior conferencia de la ONU sobre medio ambiente se celebró en Estocolmo en 19721, 20 años de dilación y falta de cooperación. Un 2% de los gastos militares mundiales sería suficiente, según el Plan de la ONU para el Desarrollo, para invertir estas tendencias".

España desértica

Es la primera vez además que el State of the World recoge datos de España para destacar dos problemas: erosión y desertificación. "En tomo al 50% del territorio español está significativamente afectado por la erosión del suelo. Este proceso es grave o muy grave en el 18% del territorio. España pierde cada año 1.150 toneladas de suelo". Coincidiendo- con esta tendencia a traducir los principales problemas conservacionistas en un asunto de solidaridad con los países más pobres, 148 comunidades indígenas de Ecuador han iniciado una marcha sobre Quito (Ecuador) para reivindicar sus derechos sobre las tierras que ocupan. La Comisión Pro-Amazonia de España ha recogido sus peticiones: "Los derechos de los pueblos indígenas se ven sistemáticamente agredidos por los intereses económicos que actúan en Ecuador, fundamentalmente los petrolíferos".

Dentro de ese interés por la concienciación general del deterioro ecológico en torno al Día Internacional de la Tierra, fecha instaurada por las organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, la CE y la asociación europea de editores de diarios han convocado por primera vez este año el premio periodístico Mi Región, El Planeta para artículos y reportajes sobre medio ambiente y desarrollo sostenible publicados entre el 1 de enero de 1991 y el 30 de junio de 1992. Los autores seleccionados recibirán 10.000 ecus (en tomo a 1.280.000 pesetas) para la elaboración de un trabajo sobre ecología.