Decenas de estrellas del pop participaron en el homenaje a Freddy Mercury en Wembley
Freddy Mercury recibió ayer el tributo póstumo que más podía gustarle. Decenas de estrellas de la música pop se reunieron en un superconcierto dedicado al ex cantante del grupo Queen, que murió de sida en noviembre pasado, a los 45 años. El festival se celebró en el estadio londinense de Wembley, ante 72.000 espectadores, y fue retransmitido a 70 países, con una audiencia estimada en 500 millones de personas. La recaudación ascendió a 20 millones de libras (3.600 millones de pesetas), que irán a la lucha contra el sida.
Las cintas rojas que ya habían sido lucidas por algunos de los galardonados en la entrega de los oscars, quedaron ayer consagradas como símbolo mundial de la lucha contra el sida. La cinta roja unió en un mismo escenario a músicos y grupos como Elton John, David Bowie, Annie Lennox, Paul Young, U2, Guns and Roses, George Michael, Lisa Stanfield y otros. Faltaron tres grandes figuras cuya participación, en vivo o vía satélite, se había anunciado: Michael Jackson, Madonna, y la soprano española Montserrat Caballé. Liz Taylor, que se une a todas las iniciativas contra el sida desde la muerte de su amigo Rock Hudson, se personó en Wembley para lanzar un emocionado mensaje a la juventud. "Cuando practiquéis el sexo, usad un condón", dijo. "Esta noche hay 72.000 personas aquí. Una multitud equivalente será infectada por el virus del sida en las próximas dos semanas. No seais una de ellas. Frenemos el avance. Que no suceda nunca más".
Muy espectacular
El concierto fue uno de los más espectaculares que pueden recordarse. El escenario se alzaba sobre una estructura de 50.000 kilos de tubo de acero y estaba iluminado por 5.000 luces. Los intervalos entre canción y canción se rellenaron con antiguos vídeos de Freddy Mercury, proyectados en pantallas gigantes. El sonido y la organización fueron irreprochables.Desde 1986 no se celebraba un festival comparable en el estadio de Wembley. En aquella ocasión se trató también de una iniciativa contra el sida, y Freddy Mercury, con el resto de Queen, ofreció una de las actuaciones más brillantes de sus 20 años como profesional. Sus compañeros, Brian May, Roger Taylor y John Deacon, quisieron que el homenaje a Mercury se celebrara en Wembley por el simbolismo que encerraba este estadio.
A las seis de la tarde, aún con luz natural y con una temperatura agradable, abrieron el fuego los grupos más duros: Metallica, Extreme, Def Leppard, Spinal Tap y Guns and Roses. Roger Daltrey, ex cantante de The Who, interpretó el viejo éxito de Queen I want it all. U2 se unió a la fiesta desde Estados Unidos, con una canción que fue retransmitida vía satélite. El cantante italiano Zucchero fue el único intérprete no anglosajón, con la canción Palabras de amor. Bob Geldoff, que organizó el macrofestival contra el sida de 1986, tocó una melodía gaélica. A partir de ese momento, casi todas los temas pertenecieron al repertorio clásico de Mercury. May, Deacon y Taylor acompañaron a Paul Young en Radio ga ga, a Robert Plant (Led Zeppelin) en Innuendo y Crazy little thing called love, a Seal en Who wands to live forever. Annie Lennox (ex Eurythmics) y David Bowie cantaron a dúo Under pressure, en uno de los momentos culminantes de la noche. Bowie se arrodilló después en el escenario y rezó un padrenuestro por todas las víctimas del sida.
El espectáculo prosiguió con Lisa Stanfield, Elton John y Axl Rose (de Guns and Roses), y George Michael, que interpretó Somebody to love. Para el gran fin de fiesta apareción Liza Minelli, que entonó We are the champions, uno de los más conocidos temas de Queen (hasta el punto de que el Partido Laborista lo usó como himno en la campaña electoral en 1987). El resto de los participantes se unió a Minelli en el escenario para despedir el tributo a Freddy Mercury.
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