España carece aún de incineradoras de residuos tóxicos, pese a exigirlo una ley de 1989
El Plan Nacional de Residuos Tóxicos y Peligrosos de 1989 contemplaba la construcción de incineradoras de residuos industriales tóxicos y peligrosos; sin embargo, sigue sin haber ninguna en España. Es más, no ha empezado ninguna obra. La fuerte oposición social a estas instalaciones ha bloqueado todos los proyectos. Las comunidades autónomas, que tienen las competencias para fa gestión de estos desechos, apenas han dado un paso. El sector industrial no ha tomado posiciones claras. Greenpeace anuncia que hará todo lo posible para que no se abra ninguna.
Juan Mazarrasa, presidente de Emgrisa (empresa pública para la gestión de residuos industriales, creada en 1990), señala que España lleva 15 años de retraso en este campo respecto de la CE y que el rechazo social avivado por los ecologistas no es lógico: "No tiene sentido que se esté montando una oposición a algo que en peligrosidad y contaminación de la atmósfera no representa nada y que, sin embargo, con la negativa a que se construyan va a suponer alargar la desastrosa situación respecto a la contaminación del suelo y el agua"."Hay determinados residuos cuya única solución, va a ser la incineración, como opción menos peligrosa que el vertido incontrolado", según Vicente Albero, secretario de Estado para las políticas de agua y medio ambiente, que añade: "El tipo y volumen de emisiones de estas incineradoras no es peor que el de cualquier otra industria. Respecto a las acusaciones de que en España se van a abrir con tecnologías obsoletas, nadie ha podido demostrar que haya otras tecnologías de incineración más avanzadas. Estamos exportando unas 7.000 toneladas para su incineración en el Reino Unido y Francia. No deja de ser curioso que mientras aquí nos planteamos si incineradoras sí o no, en otros países se peleen para que no les quiten sus residuos, porque es un gran negocio".
Consecuencias para la salud
En su reciente informe Jugando con fuego, la organización ecologista Greenpeace señala: "Las incineradoras de residuos peligrosos emiten al medio ambiente residuos químicos sin quemar, metales y productos derivados de una combustión incompleta, tanto en sus emisiones gaseosas como en sus residuos sólidos y líquidos. Entre dichas sustancias se encuentran productos sumamente tóxicos, que se consideran contaminantes globales del medio ambiente, la cadena alimenticia y los tejidos y fluidos humanos, incluyendo la leche materna".Greenpeace señala que estas sustancias contribuyen a la aparición de cánceres, defectos de nacimiento, daños neurológicos y supresión inmunológica.
En España se producen anualmente en torno a 1,8 millones de toneladas de residuos tóxicos y peligrosos. Aunque se calcula que hay unas 30.000 empresas que producen estos residuos, sólo 3.000 hacen ahora la declaración.
Los proyectos más avanzados en España son la incineradora que la Junta de Andalucía pretende instalar en Medina Sidonia y dos depósitos de seguridad en Valladolid y Valencia (actualmente sólo hay uno en funcionamiento, en Madrid). Pero desde la Administración se reconoce que todas las previsiones del plan nacional están congeladas, excepto algunas acciones en el tratamiento de aceites usados.
Ya en 1990, la Administración autónoma catalana aprobó un plan de residuos industriales que preveía la creación prioritaria de una planta incineradora, dos plantas de tratamiento fisico-químico y cuatro vertederos controlados, que deberían ampliarse a 11 en los próximos años, para controlar los residuos industriales que se generan al año en Cataluña, de los que casi la mitad necesitan un tratamiento especial.
Pero la protesta de los habitantes de los municipios cercanos a la ubicación elegida para esas instalaciones obligó al Gobierno catalán a retirar su proyecto.
Comisiones Obreras también ha salido a la arena de la polémica sobre la instalación de incineradoras. Joaquín Nieto, secretario confederal de Ecología y Medio Ambiente de este sindicato, explica: "Quieren hacemos creer que los residuos se queman y desaparecen, cuando lo único que hacen es transformarse en otro tipo de residuos peligrosos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Legislación ambiental
- Residuos tóxicos
- Declaraciones prensa
- Incineradoras basura
- Vicente Albero
- Joaquín Nieto
- Greenpeace
- Instalaciones residuos
- Política ambiental
- Residuos
- Ecologistas
- Saneamiento
- Organizaciones medioambientales
- Salud pública
- Equipamiento urbano
- Política sanitaria
- Protección ambiental
- Gente
- Problemas ambientales
- Sanidad
- Legislación
- Urbanismo
- Justicia
- Salud
- Sociedad