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Absuelto el jefe del Gregorio Marañón acusado por uno de los sucesos de la 'noche negra'

Arturo Blázquez Izquierdo falleció en las urgencias del Gregorio Marañón el 23 de enero de 1990, en la llamada noche negra por el colapso de pacientes que hubo esa jornada. Durante hora y media nadie le atendió, y cuando lo hicieron su corazón no respondía. El jefe de hospital en esas fechas, Antonio Barba, que certificó al juez de guardia que el paciente ingresó muerto en el hospital, ha sido ahora absuelto del cargo de falsedad en documento público en una sentencia de la Audiencia Nacional.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a Antonio Barba Ruiz Gauna de un delito de falsedad en documento público cuando el procesado estaba como jefe de hospital. Barba firmó el parte de defunción de un paciente, del que aseguró que había ingresado cadáver en la residencia sanitaria Gregorio Marañón, cuando había ingresado vivo.En la sentencia se pone de relieve que sobre las diez de la noche del 22 de enero de 1990 ingresó en urgencias del Gregorio Marañón Arturo Blázquez Izquierdo, qué permaneció en una camilla sin ser reconocido hasta las once y media. Tras intentar reanimarle. durante 20 minutos, se acreditó que el enfermo había muerto.

El médico de urgencia Jesús García Castaño, uno de los que intervinieron en la reanimación del paciente, se negó a firmar el parte de defunción alegando la falta de atención que había sufrido el enfermo. Sin embargo, el médico que ejercía como jefe del centro, Antonio Barba, expidió un parte destinado al juez de guardia de Madrid, en el que se hacía constar que Arturo Blázquez ingresó cadáver, en la creencia de que así había sido en realidad.

En la noche en que ocurrieron los hechos se habían colapsado las urgencias del hospital, debido a que tuvieron que atenderse 420 enfermos. Además, esa noche prestaba sus servicios la mitad de la plantilla de enfermeras -tenía que haber 14-, y cinco de los médicos que estaban de guardia era la primera vez que la hacían.

La noche negra del Gregorio Marañón provocó la dimisión en marzo de 1990 del director médico del hospital, la apertura de expedientes sancionadores a seis trabajadores y un paro de los trabajadores en marzo de 1990 en protesta por estos expedientes y para exigir más personal. Otro paciente, Ignacio Tejedor, murió en la trágica noche también sin ser atendido. Una sentencia de abril de 1990 sancionó a Barba con la inhabilitación por dos años para todo tipo de ascenso.

En los fundamentos de derecho de la sentencia, la sala señala que no se han dado todos los requisitos que integran el delito de falsedad. El tribunal indica que no se ha podido constatar si el paciente permanecía con vida al ingresar en el hospital, y destaca la excepcionalidad de lo ocurrido en aquellos momentos, con muchos pacientes y un reducido número de personal sanitario.

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