Andrés Trapiello gana el Plaza y Janés con un libro sobre la transición

Andrés Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953) ganó anoche el VIII Premio Internacional de Novela Plaza y Janés con El buque fantasma, una novela, que puede ser muy polémica, sobre la transición española. "No es un ajuste de cuentas de esa época que vivimos ni una asignatura pendiente", asegura el escritor, "es un episodio nacional, de estilo galdosiano, de la historia de España". La novela narra la historia de unos jóvenes revolucionarios, en la España de 1972-1973, que, creyendo que todo lo hacían bien, lo hicieron todo mal y, al final, todo lo que hicieron no sirvió para nada.

El jurado (Soledad Puértolas, Néstor Luján, Manuel Gutiérrez Aragón, Enrique Badosa como secretario y Enrique Murillo como presidente) fue unánime: la novela Otra historia sentimental, Firmada por Carlos Aguirre, sería la ganadora del VIII Premio Plaza y Janés. Carlos Aguirre se convirtió, al abrir la plica, en Andrés Trapiello, poeta, novelista, ensayista.El acto de entrega del premio se celebró en la sede del Instituto Nacional de Educación Física, en el Anillo Olímpico, y fue presidido por Joan Guitart, conseller de Cultura de la Generalitat.

El título real de la novela es El buque fantasma, "un mito en el que todo el mundo cree y que nadie ha visto", según su autor. Así se refiere. Trapiello a la transición. No es una novela autobiográfica, aunque sí llena de elementos autobiográficos, hasta el punto de que cuando Trapiello habla de ella su voz se confunde con la del protagonista, un joven revolucionario, militante, en la España de 19721973. Todo sucede en una ciudad llamada V; no cuesta averiguar cuál es.

El cambio con ironía

"Una ciudad siniestra, oscurantista, castellana vieja", dice Trapiello. "Unos jóvenes intentaban cambiar el mundo, creían que todo lo hacían bien y todo lo hicieron mal. Y todo lo que hicieron no sirvió para nada". Dice el protagonista: "No hicimos grandes cosas para provocar el cambio. El dictador murió en la cama, le sucedió un falangista. Hizo el cambio y le nombraron duque".La transición vista desde la distancia, la ironía, el humor y el escepticismo. Trapiello fue militante de un partido de izquierda, vivió en una ciudad llamada V y se trasladó a Madrid en 1975. "Todo lo malo que le pasa al protagonista me pasó a mí, pero no lo bueno". Ambos creen que "nadie va a arreglar el mundo. La experiencia no sirve para nada y se siguen repitiendo los mismos errores". Pero la conclusión no es pesimista: "Creo que fue un error todo lo que hicimos, pero hubiera sido peor si no lo hubiéramos hecho. De todo aquello, sólo nos quedó como herencia el miedo". El protagonista, como Trapiello, es escéptico y sentimental; mira a su pasado con gran ternura. No hay culpables. El buque fantasma es también una historia de amor entre el joven revolucionario y una atractiva "reaccionaria".

La novela implica un cambio significativo en la trayectoria literaria de Trapiello, que admite haber escrito siempre para la inmensa minoría y añade: "Sigo teniendo alma de vender 100 ejemplares". Dice que dedicará los 10 millones de pesetas del premio a "pagar deudas".

Andrés Trapiello, director de la mítica y ya desaparecida editorial Triste, colaborador de EL PAÍS, ha publicado Junto al agua, Las tradiciones, La vida fácil, El gato encerrado, Clásicos de traje gris, La tinta simpática y Poesía reunida.