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Una fábrica 'sin hombres'

En el Centro Fanuc de Japón, más de mil robots trabajan día y noche haciendo otros robots

Juan Jesús Aznárez

Cae la noche sobre el valle del monte Fuii, y los celadores apagan las luces de las inmensas naves que habitan los trabajadores más limpios, abnegados y cumplidores del mundo. En la oscuridad, cuando todos descansan, más de 1.000 robots procesan, manipulan o mueven piezas sin detenerse. En silencio. No pintan coches ni aplican puntos de soldadura a equipos de alta fidelidad. Sumisión en Fanuc es fabricar otros robots, atender los pedidos extranjeros y cumplir con la importante demanda de la industria japonesa, que cuenta con un parque de más de 200.000 ingenios automatizados.

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JUAN JESUS AZNÁREZ Más eficiencia en las horas de trabajo. Cuando nos vamos, los robots siguen funcionando con calidad", dice una pancarta. In esperadamente, surge en un pasillo una figura humana. ¡Tiene un destornillador y el buzo mancha do de grasa!En el centro de robótica Fanuc, a 150 kilómetros de Tokio, se ensambla el futuro, y los inge nieros nipones perfeccionan la in teligencia de un colectivo que no pierde el tiempo charlando ni acude al trabajo con resaca o in tenciones homicidas. Algunos de estos operarios de picos de garza y cuellos de jirafa con rayos láser nacen con el bachiller elemental y son vendidos por cinco millones de pesetas; los universitarios y li cenciados no ajustan una tuerca por menos de diez. La fabrica ción integrada por ordenador y la robótica ha adquirido los más altos niveles de desarrollo en Ja pón, primer país que aplicó la automatización en los procesos de fabricación, distribución, su ministro y almacenaje. La dis tancia respecto a otros países dificilmente podrá ser acortada.

Cientos de ingenieros trabajan en Fanuc, con filiales en 11 ciudades japonesas, para mante ner o aumentar la ventaja nacio nal en sistemas multidimensio nales y tecnologías del futuro. Uno de los principales objetivos es completar el proceso IMS (in telligent manufacturing systems), encaminado a integrar la automatización de las factorías en un sistema computerizado central CIM (siglas en inglés de fabrica ción asistida por ordenador). Es tados Unidos, Luxemburgo, Co rea del Sur y Taiwan son los paí ses donde la empresa ha instala do factorías de producción, con la General Electric Company y General Motors como principa les accionistas.

Un 0,01% de errores

Sinichi Okada, uno de los asistentes de la fábrica Fanuc, "únicamente registramos un fallo en alguna de las funciones de los robots cada cien meses. Esto es, un 0,01%". Desde el año 1956, la principal corporación del mundo en robótica ha desarrollado el control numérico por ordenador (CNC) y las máquinas automatizadas hasta ex tremos imbatibles. Su cuartel general en la provincia de Yamanashi está levantado sobre una campiña de un millón de metros cuadrados, donde todo está pin tado o fabricado en amarillo li món maduro: desde el helicópte ro del presidente hasta las toalli tas de la sala de reuniones donde 0kada, también de amarillo, explica a una delegación española las características de esta peque ña ciudad, en la que trabajan 1.950 personas (un tercio dedica do a la investigación) y salen al mercado 500 robots por mes. Un total de 1.400 empleados viven en el recinto.

El complejo dispone de siete naves principales y cerca de 30 edificios con laboratorios, centros de investigación, dormitorios para solteros, viviendas unifamiliares, gimnasios, piscinas, restaurantes y salas de juegos. Laboratorios de pro ductos básicos, de investigación láser, de investigación básica... El folleto que reparte Shinichi Okada subraya que, durante el recreo, los empleados "pueden recuperar energías y superar incisivamente sus capacidades creativas". En Málaga, Wisconsin y Tateshina, la corporación cuenta con residencias de vacaciones para los empleados con nota.

El reloj

El asueto, sin embargo, es poco y el trabajo mucho en instalaciones en las que las manecí as e los relojes de pared avanzan a una velocidad 10 veces mayor que la normal para que la plantilla no olvide nunca la importancia del tiempo ideal en el desarrollo de los proyectos. Los japoneses fueron los primeros en patentar conceptos como JIT (just in time) para reducir costes y aumentar la flexibilidad del proceso. Expertos españoles consideran que su éxito se debe más a su tratamiento del sistema de fabricación y racionalización que a la propia automatización. Así, la competitividad nipona sería uno de los frutos de saber conjugar automatización e informatización. En los laboratorios de la compañía, un texto enmarcado en oro recuerda su filosofía del futuro: "Los ingenieros no tienen pasado, sólo el poder de crear".

El gráfico de la evolución de Fanuc ilustra la tendencia japonesa a planificar a largo plazo. En el año 1991, los ingresos por operaciones fueron del orden de los 1.309 millones de dólares, con un bajón en los años 86 y 87 hasta los 841 y 828 millones, respectivamente. Pero la curva de contratación de empleados, fundamentalmente investigadores, se mantuvo siempre en alza pese a la fuerte reducción de beneficios motivada por la crisis en el sector de máquina-herramienta.

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