Gil de Biedma dejó entre sus papeles póstumos varios dietarios inéditos de 1959 a 1965
Los escritos pertenecen a la época de mayor creatividad del poeta
Entre los papeles póstumos de Jaime Gil de Biedma (1929-1990), que están depositados en la agencia literaria de Carmen Balcells en Barcelona, figuran varios dietarios que corresponden a su época de mayor creatividad, entre los años 1959 y 1965, de los que no se había hablado hasta ahora. Según el heredero del poeta, Josep Madern, "se trata de dietarios muy divertidos y amenos que, sin embargo, Jaime no dejó preparados para editar". Josep Madern, que es heredero del poeta sin ningún tipo de limitaciones, señala que no hay prisa en editar algunos textos de Jaime Gil de Biedma, ya que, afirma: "Sobre los diarios y las cosas personales e íntimas creo que es mejor dejar pasar el tiempo".
"El día 9 de enero de 1990, un día después de la muerte de Jaime Gil de Biedma, deposité en la agencia literaria de Carmen Balcells todo el material que él había dejado guardado y ordenado en carpetas en nuestro domicilio", comenta Madern. Le acompañaba otra amiga del poeta, Ana María Moix, y eran, en total, más de treinta carpetas. A este primer grupo de papeles habría que añadir el Diario del artista en 1956, que el mismo Gil de Biedma ya había hecho llegar en vida a Carmen Balcells y que publicó la editorial Lumen el pasado año. "A lo largo de los dos o tres meses siguientes", agrega Madern, "fueron saliendo varios papeles diseminados por la biblioteca. Era divertido, porque yo los veía como regalos que Jaime había dejado ocultos. Aparecían entre libro y libro, y a medida que los encontraba los leía y los iba pasando a Carmen Balcells".
Escritos en agendas
Entre estos papeles descubiertos posteriormente figuran, además de numerosas cartas y apunte dispersos del poeta, el Diario de 1978, del que ya se tenía noticia, y un grupo de dietarios fechados entre 1959 y 1964. Jaime Gil de Biedma los escribía en agendas de pequeño formato, en las que anotaba sus cosas de cada día."Son muy interesantes", comenta Madern, "ya que son de una época en la que Jaime escribía mucho. Son dietarios, sin transformar en nada más, en los que habla de todo. Están muy en la línea del Diario del artista en 1956, pero no están elaborados posteriormente. Son la pura anotación del día a día. En un momento anota Jaime que podría convertirlos en continuación del Diario del artista..., pero no llegó a hacerlo... De todos modos son estupendos, divertidísimos, muy interesantes y muy amenos. Ahora bien, mientras que el Diario de 1978 era un diario reelaborado, ésos no".
Al surgir el tema de la publicación, Madern tiene especial interés en puntualizar: "Yo soy el heredero de Jaime Gil de Biedma, en todo y sin ningún tipo de limitaciones. En el testamento se dice textualmente que soy el responsable de su obra, como lo era Jaime en vida".
Comenta, por otra parte, que en carta notarial enviada a Carmen Balcells con fecha de 18 de abril de 1989, Jaime Gil de Biedma expresaba así su voluntad: "[Que la Agencia Literaria Carmen Balcells, SA] siga haciéndose cargo de la gestión y administración de mis derechos de propiedad intelectual ( ... ) sin que mis herederos puedan en ningún caso decidir lo contrario sobre el particular".
Distintas interpretaciones
"Esta redacción", señala Madern, "fue interpretada anteriormente como si la agencia pudiera decidir sobre los textos sin contar con mi opinión, cuando lo que dice en realidad es que el heredero no puede otorgar la gestión de los textos de Gil de Biedma a otra agencia. En cualquier caso, aunque la administración corresponde a la agencia de Balcells, la decisión de publicar o no siempre será mía".Entre los textos de Gil de Biedma que está previsto publicar próximamente figuran la correspondencia con otros miembros de la Escuela de Barcelona y con representantes de la generación del 27, y una reedición ampliada de los artículos reunidos en El pie de la letra. No está previsto, de momento, editar los dietarios citados anteriormente, como tampoco hay fecha para la publicación del Diario de 1978.
Babelia
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