La batalla encarnizada de los demócratas en Florida
Con 149 delegados demócratas y 97 republicanos, Florida ha sido el mayor Estado en juego en las elecciones primarias de ayer, después de Tejas. Si el presidente George Bush era el indiscutible favorito del lado republicano, en el campo demócrata, en cambio, Paul Tsongas y Bill Clinton -quien en diciembre pasado obtuvo el apoyo de la convención demócrata del Estado y el respaldo de prominentes políticos- han librado una encarnizada batalla. Una encuesta del 4 de marzo realizada para el Miami Herald situaba a Tsongas a sólo seis puntos de Clinton.Este reñido resultado hizo que los dos contrincantes se trasladasen a Florida en vísperas de las votaciones del supermartes. Ambos recorrieron el Estado de Norte a Sur, seguidos por un enjambre de periodistas, mientras sus anuncios publicitarios competían por los mejores espacios de radio y televisión.
Bush, que, según la misma encuesta del Miami Herald, contaba con la simpatía del 68% del voto republicano, frente al 19% para Buchanan, también estuvo recientemente en Florida cortejando a sus electores, principalmente a los de la influyente comunidad cubano-americana de la región de Miami, así como a los militares del norte del Estado.
Aunque los norteamericanos de origen cubano representan en las primarias sólo un 10% del voto del Estado, su voz es muy potente, y, Bush parece consciente de ello. Cuando Buchanan, después de New Hampshire, hizo una breve parada en Miami para asegurar que Fidel Castro no sobreviviría en el poder en Cuba si él resultara electo, Bush respondió con una extensa carta Publicada en el Miami Herald reafirmando que no negociaría con el gobernante cubano mientras continuase violando los derechos humanos.
El presidente intentó asegurarse más tarde la lealtad de los votantes cubanos al visitar la ciudad de Hialeah. Allí dijo a unos 4.000 entusiastas seguidores que espera ser "el primer presidente de Estados Unidos en poner pie en el territorio libre de la Cuba poscastrista", y aseguró que está preparado para "ayudar de inmediato en la reconstrucción de una Cuba libre e independiente". Buchanan no se molestó en regresar a Florida.
Para los observadores políticos, la votación en Florida será una muestra de las inclinaciones de los electores en el ámbito nacional, ya que este Estado, además de tener una fuerte comunidad hispana, está poblado por inmigrantes tanto del noreste y del medio oeste como de los Estados del sur.
Clinton concentró sus esfuerzos sobre los judíos, que constituyen una comunidad importante en el sur de Florida, y en menor medida sobre los negros, que pueden favorecerle si se animan a votar en las primarias. Tsongas, a quien se considera este año como "el nuevo rostro" en las elecciones, dio la impresión de no tener un plan particular de campaña.
Entre los varios puntos del Estado que recorrió, visitó el monumento al holocausto en Miami Beach, pero más bien como una muestra de desagravio después de las acusaciones de Clinton, que le acusa de ser crítico con Israel. Su mayor fuente de simpatías parece encontrarse entre los votantes demócratas de más alto nivel cultural y de clase media o media-alta.
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