50.000 españoles participan en un estudio para averiguar la incidencia de la dieta en el cáncer

¿Tiene algo que ver la mantequilla con el cáncer de mama? ¿Protegen las naranjas contra determinados tumores? Para intentar responder a cuestiones como ésta, 50.000 españoles participarán durante 10años en la confección de un estudio epidemiológico de ámbito europeo, el más ambicioso efectuado nunca con carácter prospectivo, cuyo objetivo es determinar qué relación existe entre la dieta y el cáncer. Se cree que alrededor del 35% de los tumores están producidos por factores alimentarios. El estudio se propone averiguar cuáles son los alimentos involucrados en la aparición del cáncer y cuáles ejercen efectos protectores. La investigación se realizará en siete países y participarán 400.000 voluntarios.

Más de 60.000 personas mueren cada año en España a causa del cáncer, o, lo que es lo mismo, 20 de cada 100 muertes están provocadas por un tumor o proceso cancerígeno. El.cáncer es la primera causa de mortalidad entre los 35 y 64 años, y es la mayor fuente de dolor y sufrimiento entre los enfermos. A pesar del éxito alcanzado en los últimos años en el tratamiento de ciertos tumores infantiles y algunos procesos cancerígenos, el cáncer como patología global sigue sin ser vencido, y, lo que es peor, no se vislumbra la posibilidad de obtener un tratamiento eficaz a corto plazo para algunos de los tumores de mayor incidencia. La prevención es, pues, la única arma a la que se puede recurrir.Investigaciones efectuadas por los científicos británicos Doll y Peto han permitido estimar que el 35% de los tumores podría ser prevenido mediante una modificación de los hábitos alimentarios, del mismo modo que la erradicación del hábito de fumar podría reducir hasta un 80% la mortalidad por cáncer de pulmón.

El problema es identificar cuáles son esos hábitos alimentarios susceptibles de provocar o favorecer la aparición de un cáncer. Y no es sencillo, pues del mismo modo que hay evidencias de que las grasas saturadas pueden ser factores inductores de determinados tumores, como el de mama o el de colon, existen otros muchos factores a tener en cuenta que pueden modificar su efecto nocivo. Y, entre ellos, factores alimentarios, porque también existen evidencias de que determinados nutrientes ejercen un papel protector.

Hace ya tiempo que se estableció, por ejemplo, que los nitritos y nitrosaminas presentes en algunos alimentos ahumados y conservados, como los embutidos, podían provocar, en determinadas condiciones, cáncer de estómago. Sin embargo, estudios recientes parecen demostrar que la vitamina C, presente en muchas frutas y verduras, podría inhibir la formación de nitrosaminas, con lo que sería un factor protector frente a este tumor.

En cinco regiones

"El estudio más importante efectuado hasta ahora es el de Walter Willet, en Estados Unidos, que estudió a 100.000 enfermas norteamericanas, pero la información obtenida tiene un valor relativo por las limitaciones metodológicas con que se realizó. Por otra parte, los otros estudios epidemiológicos realizados hasta ahora tienen el problema de que son retrospectivos. El que nosotros vamos a realizar, financiado por el programa de la CE, Europa contra el Cáncer, y coordinado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el primer gran estudio prospectivo que se realiza, y sus resultados podrán utilizarse no sólo para establecer relaciones en el caso del cáncer, sino también para obtener conclusiones respecto a otras patologías, como la osteoporosis, la diabetes o las afecciones cardiovasculares", explica el epidemiólogo Carlos Alberto González, del servicio de Epidemiología del hospital de Mataró (Barcelona), coordinador en España del proyecto.

El estudio se realizará en cinco regiones, seleccionadas por disponer de un registro de tumores con base poblacional: Asturias (cuyo coordinador es Juan Ramón Quirós), Granada (Carmen Martínez), Murcia (Carmen Navarro), País Vasco (Miren Dorronsoro) y Navarra (Angel del Moral). Durante los tres últimos años se han puesto a punto los programas informáticos y el protocolo a seguir. Los participantes serán sele ccionados entre los donantes de sangre.

Cada participante será sometido a un completo chequeo que incluirá la extracción de muestras biológicas de sangre, orina, uñas, etcétera, que serán conservadas a lo largo de los diez años de estudio mediante modernas técnicas de crioconservación. Durante el estudio se analizarán en profundidad los hábitos dietéticos y otras variables socioculturales de cada individuo, y su evolución a lo largo del tiempo. El objetivo es poder comparar al final la incidencia de tumores en poblaciones con hábitos dietéticos diferentes. El mismo trabajo se realizará en Francia, Italia y Reino Unido, y, con un ligero retraso respecto a éstos, en Alemania, Grecia y Holanda. El resultado, dentro de 10 años.