Canarias, pionera

Como presidente del Consejo Escolar de Canarias, me dirijo a su medio de comunicación con el fin de aclarar y que se pueda corregir la afirmación publicada por EL PAÍS el día 28 de enero de 1992, en el suplemento de Educación, con el título Canarias, la pionera, expresada, según el periodista, por el STEC, donde se dice: "No negamos que la jornada continua fue en su origen una reivindicación de las condiciones de trabajo del profesorado, pero lo cierto es que en un informe del Consejo Escolar de Canarias se concluye que con horario corrido o partido el fracaso escolar es el mismo. Por tanto, no influye, indica el STEC".En modo alguno este consejo ha llegado a dicha conclusión, tal como se puede ver en el boletín (resumen del informe sobre la jornada escolar en Canarias) que adjunto enviamos.

El sentir de este consejo se manifiesta hacia valoraciones contextualizadas. La conveniencia de un tipo u otro de jornada está en relación con una serie de condiciones y necesidades específicas de cada centro y de cada comunidad educativa. Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior

La jornada continua, en sí misma, no es ni positiva ni negativa; por tanto, no se justifica la implantación de la jornada continua a nivel general. La implantación debe ser de carácter experimental dentro de un marco legal adecuado, sustentándose éste en un proceso de toma de decisiones y en un proyecto educativo. Es más, lo que se manifiesta a través de todo el informe, la jornada escolar continua, además de ser excepcional en Europa y en España, es valorado positiva o negativamente según a quién afecte y en qué condiciones.

Las valoraciones sobre la jornada continua varían en los padres que ya la experimentan y entre los que no. Entre los padres con jornada continua, la valoran mucho mejor los de zonas urbanas, periféricas, y peor valoración los de zonas rurales. Asimismo, la valoran mucho mejor los padres que están en activo, y con peor valoración, los padres en paro. También se aprecian diferencias significativas en tener una mejor valoración cuando trabaja sólo el padre, y peor, cuando ninguno de los dos trabajan o cuando trabajan los dos.

De la población general de padres, tienden a rechazar la jornada continua los que no tienen estudios primarios, las amas de casa, los comerciantes-vendedores, empleados de hostelería, agricultores... los que viven en poblaciones más pequeñas y aquellos cuya zona de residencia está en zonas rurales. Por el contrario, tienden a hacer una mejor valoración los que tienen estudios medios y superiores, los que tienen profesiones de servicios administrativos, profesionales, técnicos y directivos, y en concreto los que residen en zona urbana central, residencial. En general, la población con condiciones menos favorables la rechaza más, y la población con condiciones más favorables la rechaza menos.

Esperando que dicha corrección sea publicada y sirva para clarificar este tema actualmente debatido de la jornada escolar, se despide de usted, saludándole atentamente.- Presidente del Consejo Escolar de Canarias.