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La prensa nipona acepta autocensurarse sobre las candidatas a novia del príncipe heredero

Juan Jesús Aznárez

La prensa japonesa ha aceptado no publicar o moderar durante tres meses, prorrogables, todas aquellas informaciones referentes al proceso de selección de la futura novia del príncipe heredero Naruhito. La decisión ha sido tomada después de que la casa imperial pidiera una trepa por considerar que el número de reportajes sobre el tema ha sido excesivo, y su contenido, en muchas ocasiones, poco respetuoso. Diez fotografías trucadas de Narubito con llamativos peinados colmaron el vaso. La Asociación Japonesa de Revistas, que incluye a 900 publicaciones, también aceptó el pacto.

El acuerdo entre la casa imperial y la Asociación de Editores y Publicistas de Japón establece que los periodistas no publicarán informaciones sobre las candidatas a novias del príncipe ni detalles del proceso de selección. La cobertura se efectuará sobre aspectos concretos y de forma "moderada".Un pacto similar fue suscrito en 1958, antes del compromiso entre el actual emperador Akihito y la emperatriz Michiko. La Asociación Japonesa de Revistas, que incluye a 900 publicaciones semanáles,y mensuales, ha aceptado también refrenar los contenidos de sus páginas sobre la sensible cuestión.

Adoptada la decisión, que algunos corresponsales extranjeros calificaron de "sorprendente" o "patética", Izumi Tadakoro, subsecretario general de la Asociación de Editores y Publicistas de Japón (NSK), que agrupa a los 175 principales grupos periodísticos, agencias de noticias y medios de comunicación audiovisuales del país, se reunió con Terence Gallagher, presidente del Club de Prensa Extranjera, que cuenta con 180 miembros.

Gallagher dijo que había escuchado la explicación de Tadakoro, sin prometer nada. El asunto no será motivo de discusión en el orden del día del club. El directivo de la asociación japonesa declaró que daba por supuesto que los corresponsales extranjeros seguirían el paso dado por los japoneses "por razones humanitarias".

Atentar contra la privacidad

El organismo que vela por los intereses de la casa imperial comunico alos representantes de los medios de comunicación nacionales su convencimiento de que gran parte del material publicado constituye un atentado contra la privacidad y derechos humanos de las jóvenes citadas como posibles novias del príncipe Naruhito, que cumple 32 años este mes.

El pasado mes de junio, un reportaje aparecido en la revista Shukan Bunshun agotó la paciencia en palacio. Once fotos oficiales del príncipe fueron alteradas con 10 peinados diferentes, y el trucaje se acompañó con sugerencias sobre la conveniencia de un nuevo estilo en el príncipe heredero para facilitar el hallazgo de la novia que se convertirá en la emperatriz de Japón.

En aquella ocasión se emitió un comunicado que pedía consideración y "un ambiente de calma" para que fuera posible la elección de la pareja adecuada de Nartihito, quien sufre una fuerte presión pública desde que su hermano menor, el príncipe Akishino, contrajese matrimonio en 1990 y tuviera después un hijo.

Steven Butler, corresponsal en Tokio del periódico británico Financial Times, manifestaba su extrañeza por la decisión, ya que en el Reino Unido, dijo, hay "muy pocas" limitaciones en el tratamiento de las noticias sobre la familia real. Clayton Jones, delegado de la oficina del diario norteamericano Christian Science Monitor, expresó su sorpresa por la "abierta aceptación" por los periodistas japoneses de esta censura sobre un asunto de tanta importancia en Japón, y que, según él, tiene como contrapartida conservar el acceso de la prensa a determinadas instituciones gubernamentales. "¿Las citas del príncipe heredero afectan al bienestar general de Japón?", se preguntó sardónico.

Edith Terry, del Globe and Mail de Toronto, calificó el acuerdo de "patético" y estimó que la moratoria de tres meses para que Naruhito pueda encontrar una novia con tranquilidad es una excusa que esconde una grave carencia. Terry, que se declaró desagradablemente sorprendida por la pública "disección" de las cualidades y defectos de las posibles novias, piensa que el compromiso con la casa imperial demuestra la inexistencia en el periodismo nipón de un adecuado código ético en el tratamiento de las personas.

Naruhito es licenciado en Historia y cuando estudiaba en Oxford comentó que los 30 era la edad ideal para casarse. Es un gran admirador y amigo de la actriz norteamericana Brooke Shields, pero nadie concibe a ésta como emperatriz de Japón. La casa imperial ha barajado más de 200 nombres de jóvenes japonesas cuyo perfil ideal sería que fuesen cultas, de ricas familias de las finanzas o del mundo académico, de impoluto historial amoroso y de estatura inferior a la de Naruhito, que mide poco más de 1,60 metros.

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