Embalse faraónico
¿De qué sirve, me pregunto yo, tener un enviado especial en Pekín si las noticias que nos envía podrían estar escritas desde la Redacción madrileña transcribiendo las notas de prensa facilitadas por la embajada? Me refiero a la noticia a plena página del pasado 28 de enero titulada China construirá un embalse faraónico sobre 576 kilómetros del río Yangzé. El corresponsal, Juan Jesús Aznárez, no elude decirnos desde el segundo párrafo que el proyecto es polémico y ha sido protestado por organizaciones ecologistas internacionales, pero sin dar cuenta de cuáles han sido esas polémicas y protestas. El inicio del tercer párrafo anuncia el tono de toda la página: "La respuesta oficial a las preocupaciones sobre elevados costes ambientales...". Como lector, me resulta inaceptable que todo un artículo de EL PAÍS esté, de hecho, firmado por la voz de una repuesta oficial. ¿Debo creer, acaso, que un pantano que cubrirá total o parcialmente 300 localidades e inundará 630 kilómetros cuadrados -con franqueza, dudo de las cifras- no ha provocado ningún movimiento popular de protesta dentro de China?Según su corresponsal, al contrario: "Los habitantes de las poblaciones afectadas, a quienes se ha prometido mejores condiciones de vida, apremian el inicio de los trabajos". Una de dos: o Juan Jesús Aznárez cree a ciencia cierta que las poblaciones afectadas están convencidas de que dispondrán de mejores condiciones de vida, es decir, que cree a pies juntillas las promesas gubernamentales, o bien sabe que es todo pura jerga gubernativa. ¿Por qué no nos cuenta lo que significa realmente ser "población afectada", la miseria de los campesinos obligados a abandonar la tierra de siempre, la destrucción cultural, sabiendo cuán corta es esa distancia de miles de kilómetros que separa los valles del Sichuan de los peores suburbios de las grandes ciudades? ¿Por qué no nos cuenta qué lobby internacional de bancos financiará las obras, o cuánto aumentará la deuda exterior de China? ¿Por qué no nos cuenta qué cambios climáticos acarreará la construcción del dique? ¿O acaso tantas preguntas son vanas, y la clave de lectura del artículo está en el tono grandilocuente de algunas frases y especialmente en el subtítulo, La presa se considera la obra más grandiosa desde la Gran Muralla?
Se trata entonces de damos todos cuenta de cuán grande es aún el gran imperio, y el artículo es una bienvenida más a Li Peng. Una clave de lectura que ayudaría a comprender la actitud acrítica de su enviado especial, coherente con la de la diplomacia española, tal como explica otra noticia del mismo día. "España, de hecho, no suspendió sus relaciones comerciales en ningún momento y mantuvo la línea de crédito" (después de la matanza de la plaza de Tiananmen del 4 de junio de 1989 y la posterior campaña de represión del movimiento democrático en todo el territorio de la República Popular).-Carles Torner Pifarré.
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