La baja de los precios petroleros agrava el déficit público en Venezuela
La caída de los precios petroleros en el mercado internacional ha provocado una crisis fiscal en Venezuela, lo que ha puesto en aprietos al Gobierno de Carlos Andrés Pérez en la búsqueda de soluciones para cubrir medianamente las necesidades presupuestarias de 1992.Por cada dólar que baja en el precio del crudo, el ingreso fiscal de Venezuela se reduce en 28.000 millones de bolívares (50.000 millones de pesetas). Así, el impacto se traduce en una disminución de los ingresos petroleros de 90.000 millones de bolívares (170.000 millones de pesetas) en lo poco que va de año.
La polémica está en cuánto más van a caer los precios petroleros durante 1992 y en la manera en que el Gobierno va a enfrentar el déficit fiscal. Oficialmente se anunció que la caída del ingreso de divisas será de 1.200 millones de dólares, pero los economistas calculan que podría llegar a 3.000 millones de dólares. Cualquiera que sea el monto definitivo, el impacto ya empezó a angustiar a los planificadores de la economía nacional.
Los efectos inmediatos se reflejarán en la contracción del crecimiento económico, estimándose que será de 5,7%, en lugar del 9,2% de 1991; en el deterioro de la balanza de pagos; en la insuficiencia para el pago de la deuda externa; en la limitación del plan de inversiones para ampliar la industria petrolera; y, por último, en la disminución del gasto público.
Todos estos elementos han vuelto a poner nervioso al Gobierno que ya tuvo que reformular el presupuesto nacional, que para este año pasa de los 800.000 millones de bolívares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
