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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mayonesa cortada

Más que a una salsa rosa esta película se parece a una mayonesa cortada: tiene muy buenos ingredientes, pero no están bien ensamblados y cada uno flota por su lado sin llegar a fundirse enteramente con los otros.Esto ocurre con frecuencia en las comedias (sobre todo si llevan dentro juegos de enredo) realizadas por cineastas no experimentados en los entresijos de este género, que es, a causa de su ligereza, de apariencia fácil, pero en realidad dificil de bien hilar, ya que requiere esa plena fusión de ingredientes a que aludimos, y ésta no es sencilla de conseguir.

Una buena comedia de enredo necesita una sólida interrelación entre los actores; una equilibrada combinación entre agilidad y exactitud en el encadenado de las situaciones; ningún desfallecimiento en el ritmo de la secuencia; sentido de la oportunidad en las repeticiones y en los gags rituales; ninguna caída en el crescendo del entramado argumental. Pero, en Salsa rosa, este conjunto de interrelaciones, lejos de componer un verdadero tejido, se queda en un hilván. De ahí que el resultado global de la película esté por debajo de la calidad de sus partes.

Salsa rosa

Dirección: Manuel Gómez Pereira. Guión: Joaquín Oristrell, Yolanda García Serrano, José Luis Iborra y Manuel Gómez Pereira. Fotografía: Fernando Arribas. Música: El Combo Belga. España, 1991. Intérpretes: Verónica Forqué, Maribel Verdú, Juanjo Puigcorbé, José Coronado, Julieta Serrano, Fernando Colomo. Cines Palafox, Cristal, Arlequín, Ideal, Vaguada, Vergara, Pozuelo y Parquesur.

No hay en ella una dirección de actores homogénea, pues cada uno de los cuatro protagonistas actúa con registros que no casan bien con los otros. Verónica Forqué se inclina hacia un suave tono ingenuo y sentimental para definir su personaje; Juanjo Puigcorgé, en cambio, lleva al suyo hacia una composición cercana a la farsa; Maribel Verdú insiste en una actuación de las llamadas en la jerga arrevistadas, y, finalmente, José Coronado se exime de componer el suyo, que queda algo amorfo e inidentificable. Esta falta de cohesión y complementariedad en la actuación del cuadrángulo protagonista es indicio, a nuestro juicio, de esa aludida carencia en la dirección de actores. La comedia, por ello, aunque se ve bien tal como está, se vería mucho mejor de haber existido en ella esa dirección de actores.

A Verónica Forqué y a Juanjo Puigcorbé, maravillosos comediantes, no hay nada que enseñarles en su oficio, pero si actuan juntos es tarea del director conjuntar sus peculiaridades, y en Salsa rosa nada de eso se produce: ambos intérpretes campan por sus respetos, metidos en claves de actuación que no hay manera de compaginar.

No pega ni con cola

Por su parte, Maribel Verdú, que actuó magníficamente en Amantes, compone aquí un personaje en las antípodas de esta película, pero no logra hacer enteramente creíble el artificio, pues su salsa no pega ni con cola con las de sus compañeros de cuadrángulo. Y, de esta forma, el tinglado presenta grietas allí donde debiera ser más firme: en la credibilidad del juego interpretativo. Éstos -insistimos: salvo Coronado, que no actúa y se limita a estar- lo hacen bien cada uno a su manera, pero demasiado cada uno y demasiado a su manera. No hay engarce en el diálogo de rostros y de comportamientos: no hay, por tanto, posibilidad de comedia, sino una simulación de ella.El resto llega por sí solo: una armazón con la columna vertebral descoyuntada se viene por fuerza abajo. Puede agradar y hacer pasar el rato, pero no convencer, ni menos aún quedar en la memoria. No hay ritmo, ni tempo adecuados en el desarrollo de la graciosa (y resultona comercialmente, por lo que la película puede, bien explotada, dar dinero, lo que no es poco) anécdota, un poco corta pero alargada por las muletas de los numeritos musicales y por algunos gags (a cargo de los personajes-testigo que interpretan Fernando Colomo y Julieta Serrano) que no bastan para sostener lo insostenible, que es el cuadrángulo amoroso en cuanto tal.

Y Salsa rosa se queda en proyecto de comedia; por momentos chistosa, pero no enteramente construida en cuanto tal comedia.

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