La ausencia de autobuses dificulta la atención a los ancianos impedidos
Los 5.000 ancianos impedidos que reciben asistencia social se han topado con otro conflicto laboral que les afecta indirectamente: la huelga en la EMT. En noviembre padecieron la huelga de 38 días que las 1.500 auxiliares domiciliarias mantuvieron en defensa de su primer convenio.La falta de autobuses está ocasionando retrasos entre las encargadas de los cuidados de los ancianos. Estas trabajadoras se ven obligadas, como muchos otros madrileños, a madrugar y a caminar más de lo habitual. Tres de las seis empresas del sector aseguran que el paro está repercutiendo en la prestación del servicio. La empresa Apai, con 95 trabajadoras y 500 usuarios de Villaverde, Usera y Vallecas Villa, es una de las que se consideran más afectadas por el conflicto. Su tarea tiene lugar en zonas donde no llega la red de metro. Fernando García, su gerente, asegura que "los servicios se están cubriendo con dificultades". "Las más afectadas son las empleadas, que viven lejos del trabajo y tienen que andar más porque no podemos pagarles taxis", explica García.
Las 240 empleadas de Amad, empresa que atiende a un millar de ancianos de Centro, Fuencarral, Chamartín y Moncloa, han sufrido numerosos retrasos de hasta tres cuartos de hora.
Un portavoz de Asispa, entidad con 300 trabajadoras que atiende a 2.000 ancianos de Ciudad Lineal, Salamanca, San Blas, Arganzuela y Retiro, explica que "la repercusión no es demasiado alta porque actuamos en zonas a donde llega el metro y, además, el personal vive cerca". En Sageco, con 127 cuidadoras para 750 ancianos de Tetuán y Chamberí, hacen una evaluación parecida.
A base de caminatas
Pilar Monasterio, responsable de personal, indica que "sólo se pagan taxis en casos muy especiales, cuando es imposible llegar y hay que atender a algún anciano encamado". Los servicios se cumplen a base de caminatas. La misma situación se observa en el centenar de empleadas de Asad, encargada de 500 usuarios de Latina y Carabanchel.
Portavoces de Safusa, que atiende a 700 ancianos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Vicálvaro, Barajas y Hortaleza, aseguran que suplen la falta de autobuses "con taxis y vehículos internos, lo que supone un gasto adicional".
En los tres primeros días de la huelga, el Teléfono Gris de Auxilio Inmediato ha trasladado, gratuitamente, a 230 ancianos desde su domicilio a centros de asistencia sanitaria. Este servicio, regentado por el Consejo Nacional de Mayores, una entidad privada con fines sociales, registró el principal aluvión de llamadas el lunes (112).
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