El ejército inicia su retirada de las ciudades salvadoreñas

El Ejército, salvo pequeñas patrullas aisladas encargadas de la protección de instalaciones militares, ha comenzado a desaparecer del interior de las ciudades de El Salvador, donde durante 12 años ha mantenido una cohabitación forzosa que más que protección ha sido un constante foco de molestias, actitudes prepotentes y temor para la población. Con una velocidad inusual, la I Brigada de Infantería, encargada de la protección de la capital salvadoreña, permanece desde ayer completamente acuartelada.La desaparición de los controles militares ha unido al país y, como es el caso en Guazapa (60 kilómetros al norte de la capital, San Salvador), los salvadoreños ya pueden transitar libremente del monte a la ciudad sin el temor de tener que verse obligados a facilitar su identidad a los militares o ser considerados sospechosos de colaborar con la guerrilla.

Guazapa, el principal bastión del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), en el corazón de El Salvador, acaba de integrarse al resto del país, si bien las unidades guerrilleras allí apostadas deberán esperar nueve meses para su reintegración a la vida civil.

En las inmediaciones del ingenio azucarero de San Francisco, la posición más avanzada que controlaba el Ejército en las faldas del cerro de Guazapa, ya no hay militares, como tampoco se encuentran guerrilleros dos kilómetros más arriba. Mañana, el Ejército, bajo la supervisión de la ONU, deberá estar concentrado en 100 puntos repartidos por el país, mientras que la guerrilla lo, hará en 50, para iniciar una fase que, antes del 12 de marzo, concluirá con el acantonamiento definitivo de los militares en 50 puntos y de la guerrilla en 15.

Acto simbólico

Algunos comandantes generales decidieron ayer, bajo protección de la ONU, viajar a los campamentos del FMLN para presidir el acto simbólico del fin de la guerra e inicio del repliegue. Esto ocurrió en Guazapa, adonde se trasladó el comandante Eduardo Sancho -otrora Ferman Cienfuegos-, líder de Resistencia Nacional, el grupo político que controla la mayoría de los efectivos de la insurgencia en la zona. Este acto, ya testimonial, precede al repliegue de los casi 600 guerrilleros que forman parte del destacamento de Guazapa y que a partir de mañana deberán concentrarse en dos puntos bajo control de observadores militares de las Naciones Unidas.El Gobierno, por su parte, inició el mismo domingo, con la presencia de Alfredo Cristiani, en Sensuntepeque, el plan de reconstrucción nacional con la entrega de 116 millones de dólares a la zona, una de las más afectadas por la guerra.

En las próximas horas también es esperado en San Salvador el ministro de Desarrollo de Alemania, Carl-Dieter Spranger, con objeto de reanudar la ayuda directa a El Salvador, suspendida en los últimos años a consecuencia de la guerra.