La visita de Li Peng coincide con la firma de un contrato por 30.000 millones

El viceministro chino de Industria, Wang Rulin, y los responsables de la empresa española Técnicas Reunidas firmarán el próximo día 5, en la sede del Ministerio de Industria, en Madrid, el contrato de construcción de una acería en la ciudad china de Wuhan, por 30.000 millones de pesetas. La rúbrica oficial de este importante contrato coincidirá con el inicio de la polémica visita a España del primer ministro chino, Li Peng, al que Amnistía Internacional quiere que el Gobierno español plantee el problema de los derechos humanos en su país.

Está previsto que la construcción de la acería de Wuhan, en la provincia de Hubei, se realice a lo largo de cuatro años con participación de más de 150 empresas, entre las que destacan, además de Técnicas Reunidas, contratista principal, Ensidesa, Sidernaval, Duró Felguera y Mannesmann Demag. La acería dispondrá de dos convertidores de 250 toneladas y una máquina de colada continua de dos líneas, con una capacidad de producción de dos millones de toneladas al año.La tecnología se basa en la desarrollada por Ensidesa en su acería LD III de Avilés, por lo que 500 técnicos chinos trabajarán en Asturias durante la vigencia del contrato, mientras que 700 españoles se instalarán en China. El contrato se financiará al margen del protocolo financiero que, por un valor total de 450 millones de dólares, concedió España a China en enero del año pasado, coincidiendo con el viaje del ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, a Pekín y que ya se encuentra prácticamente agotado.

El Gobierno de Madrid no llegó a interrumpir su cooperación económica con China a raíz de la matanza de Tiananmen, en julio de 1989, ya que unos meses antes, en enero de ese mismo año, se había aprobado un crédito de 400 millones de dólares y las autoridades españolas adujeron que la aprobación del protocolo era anterior a los sucesos para seguir aprobando proyectos con cargo al mismo.

Reacciones a la visita

La falta de respeto a los derechos humanos en China estará, sin embargo presente durante la visita a España de Li Peng. La sección española de Amnistía Internacional (AI) ha dirigido sendas cartas al presidente del Gobierno y al ministro de Asuntos Exteriores españoles pidiéndoles que "enfaticen ante el primer ministro de la República Popular China que los derechos humanos son una cuestión internacional ineludible y, al menos, tan importante como las relaciones comerciales".AI denuncia la existencia de presos de conciencia, encarcelados sin juicio, procesos sin garantías, torturas y ejecuciones de nacionalistas tibetanos y de demócratas chinos. Durante el pasado año se dictaron 1.600 condenas a muerte en China, de las que más de 1.000 se ejecutaron.

Carlos Carnero, portavoz de Izquierda Unida, señaló ayer que su coalición no se opone a la visita de Li Peng pero exige "que el Gobierno español plantee con firmeza a su huésped la necesidad de que se respeten escrupulosamente los derechos humanos en su país y que se erradique la pena de muerte".

Josep Antoni Durán i Lleida, presidente del Comité de Gobierno de Unió Democrática de Catalunya (UDC), señaló ayer que la visita de Li Peng "sitúa a España como país de segundo orden dentro de la Comunidad Europea", informa Efe. "Yo no lo invitaría", aseguró Durán Lleida, aunque su partido forma parte del Gobierno de la Generalitat, cuyo presidente, Jordí Pujol, se entrevistará con el primer ministro chino en Barcelona. Por su parte, la Asociació de Joves Estudiants de Catalunya (AJEC) calificó ayer de "carnicero y carcelero" a Li Peng.

En Madrid, donde permanecerá desde la noche del día 4 hasta el 6, cuando se trasladará a Barcelona, Li Peng tiene previsto entrevistarse con el presidente del Gobierno, Felipe González, y con los presidentes del Congreso y del Senado, Félix Pons, y Juan José Laborda, aunque no con los grupos parlamentarios. Igualmente, celebrará un almuerzo con el Rey y se reunirá con una delegación de empresarios.