La foca monje, en peligro de extinción si se confirma que "Peluso" tiene el virus del moquillo
La foca monje del Mediterráneo -de la que sólo existen 300 ejemplares- corre peligro de extinguirse si se confirma que el último espécimen español de este género, habitante de las islas Chafarinas, y conocido con el nombre de Peluso, es portador de] virus de¡ moquillo. Esta enfermedad causó una mortandad masiva de focas en el mar del Norte y de delfines en el Mare Nóstrum. Biólogos de¡ leona, con el apoyo logístico del Ejército, preparan una operación para capturar de nuevo al animal, que fue curado de una herida y puesto luego en libertad en el verano de 1989.
El mamífero marino sufre desde el mes de agosto una fuerte infección de las vías respirato rías, sintoma que, segun los técnicos, puede ser consecuencia del virus del moquillo, enfermedad que en 1988 causó la muerte de más de 17.000 focas en el mar del Norte y Báltico y a la que se achaca la masiva mortandad de delfines. listados que el año pasado tuvo lugar en el Mediterráneo.En noviembre de 1991 se hicieron pruebas microbiológicas en un laboratorio de Barcelona de las secreciones nasales y bucales de Peluso, en el que se detectaron dos bacterias (pastereuda y pseudomonas) y el morbillivirus (virus del moquillo). Sin embargo, en la muestra que se envió a Holanda sólo se comprobó la infección de las vías respiratorias -que en caso de complicación podrían causar la muerte del animal-, pero no se encontró el virus.
Para Alex Aguilar, zoólogo de la Universidad de Barcelona, es muy probable que Peluso esté contagiado por el morbillivirus, pero considera que las pruebas realizadas sobre el moco no son cien por cien fiables, por lo que es necesario hacer un análisis de su sangre.
Todo el grupo de expertos que investiga el caso teme que, si se confirma la detección del virus en el ejemplar de Chafar¡nas, esta especie, de la que existen tan sólo 300 ejemplares en el mundo, pudiera extinguirse a corto plazo si no se lleva a cabo una campaña internacional de gran envergadura para intentar vacunar a la mayoría de los individuos de la especie. En ella estarían implicados más de 10 países mediterráneos (Marruecos, Argelia, Grecia, Turquía, Portugal, España, Yugoslavia, Albania, Libia, Chipre e Italia) y contaría con el apoyo de la Comunidad Europea, cuyo grupo de expertos sobre la foca monje se reúne el día 3 de febrero en Bruselas para tratar el futuro de esta especie.
Según Luis M. González, zoólogo de Icona, "hay que ponerse en lo peor, teniendo en cuenta la anormal mortandad de foca monje que se detectó durante 1991". El equipo del Fondo de la Foca Monje ha tenido noticia de cinco ejemplares muertos en distintos lugares de la costa norte de África, sin que se con ozca la causa.
Captura
En la captura de Peluso, prevista para mediados de febrero, estará presente el veterinario del Instituto Nacional de Protección del Medio Ambiente de Holanda, Albert Osterhaus, una eminencia en virología de focas y el descubridor de la vacuna que salvó en 1988 a tresespecies de fócidos, la foca común, la gris y la de Groenlandia en el mar del Norte. Osterhaus opina que hay que ser muy cauteloso, y considera imprescindible hacer varios análisis para cerciorarse de que el animal es portador del virus.En el equipo que llevará a cabo la que han denominado II operación Peluso también estarán veterinarios del Centro de Rescate de Focas de Pierteburen (Holanda).
En el caso de que tras los análisis no se detecte el virus, el animal será tratado allí mismo, para lo cual el Instituto de Conservación de la Naturaleza ha encargado a un grupo de ingenieros la construcción de un habitáculo en una pequena playa (le una de las islas Chafarínas. Allí se podrá mantener a Peluso en semicautividad hasta eliminarle la infección respiratoria.
Sin embargo, si se confirma que es portador del morbillivirus, los científicos tendrían que trabajar a contrarreloj para elaborar la vacuna que salvase a la especie. Para ello está previsto -añade González- el traslado, por medio aéreo proporcionado por Defensa, del ejemplar de Chafarinas al Centro de Rescate de Focas de Pierteburen (Holanda), que dispone de las mejores instalaciones. "La prioridad es salvar la población de foca monje, aunque se intentará por todos los medios salvar a Peluso", señala Aguilar.
Los científicos, alarmados por las cada vez más frecuentes epidemias que asolan a los mamíferos marinos, están estudiando su posible relación con el calentamiento global.
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