Polémica en Bolonia por el acceso de las parejas homosexuales estables a viviendas municipales

El neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) se manifestó ayer en Bolonia contra una decisión del Ayuntamiento que abre la posibilidad de que las parejas homosexuales estables accedan a viviendas municipales en igualdad de derechos con las heterosexuales. "Bolonia podrá vanagloriarse de ser la ciudad más maricona del mundo", según el diputado del MSI Filippo Berselli.La disposición que ha dado origen al conflicto parece, sin embargo, irreprochable. Una reciente norma del concejal boloñés de la vivienda, Claudio Sassi, para regular el acceso a la misma de las familias pobres, establece que "pueden también ser consideradas componentes de un núcleo familiar las personas no ligadas por vínculos de parentesco o afinidad que mantengan una convivencia estable, orientada a la recíproca asistencia moral y material y con una antigüedad de al menos dos años". La norma puede ser aplicada, por tanto, a parejas homosexuales.

Pero Berselli vio inmediatamente la norma bajo un solo aspecto: "Tal vez el concejal Sassi quiera pasar la tercera edad bajo el mismo techo que el presidente del Arci-Gay [la asociación Italiana por los derechos de los homosexuales]". Y el democristiano Casini le hizo eco, afirmando que el Ayuntamiento boloñés ha abierto la vía "de la subversión moral y de la disgregación social". Berselli propone manifestaciones y Casini toda una avalancha de recursos jurídicos.

Franco Grillini, presidente de la Arci-Gay y candidato del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) a las próximas elecciones, ha salido en defensa del concejal Sassi, también del PDS, y ha acusado a Berselli y a Casini de estar calentando el tema para utilizarlo en las próximas elecciones. Grillini se ha felicitado de que hoy "no se pueda deportar a los homoxesuales como lo hicieron los fascistas en los años treinta".