Los socios de la capital culatural europe disimulan ante la Reina sus diferencias

Los máximos responsables del Consorcio para la Capitalidad Cultura¡ Europea de Madrid en 1992 -integrado por el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Cultura- evitaron sacar a relucir ayer sus diferencias -que les han enfrentado durante los últimos meses- en la ceremonia de la apertura oficial de Madrid 92, presidida por la Reina. Doña Sofía, que ocupa la presidencia de¡ comité de honor de] consorcio, ha impulsado con discreción el desarrollo de los actos de la capitalidad cultural europea.

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano; el presidente del Gobierno autónomo, Joaquín Leguina, y el ministro de Cultura, Jordi Solétura, coincidieron en resaltar los esfuerzos de las tres administraciones para sacar adelante un programa que. consta de 1.800 actos y que cuenta con un presupuesto de 6.000 millones de pesetas.En el solemne acto celebrado al mediodía de ayer en el Salón de Columnas del Palacio Real, tan sólo Leguina se atrevió a criticar veladamente la carencia de infraestructuras culturales -"base material", dijo- en Madrid al reclamar la necesidad de "remover los obstáculos que dificultan el acceso de los ciudadanos a la cultura". Sin embargo, el presidente de la Comunidad no dudó en afirmar que "Madrid sabrá cumplir con su responsabilidad".

El ministro de Cultura, por su parte, destacó el "equilibrio justo" conseguido por las tres administraciones del Consorcio Madrid 92. "Todas las partes han actuado con sentido de la responsabilidad, anteponiendo los intereses de Madrid y de España por delante de toda otra consideración", aseguró.

El director del consorcio organizador de Madrid 92, Pablo López de Osaba, se limitó a permanecer en la mesa presidencial sin pronunciar palabra. Sobre su cabeza han girado en los últimos meses las disputas entre las instituciones. La situación alcanzó su máxima gravedad cuando el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Ortiz -que acudió ayer a la ceremonia de inauguración-, pretendió aprobar una programación paralela a la del consorcio, por un importe de 700 millones de pesetas. F'nalmente, la iniciativa cayó en saco roto por falta de dinero.

El comisario europeo de Asuntos Audiovisuales y de Cultura, Jean Dondelinger, destacó que el proyecto de unidad europea surgido de Maastricht no debe limitarse a la política y la economía. También debe extenderse al plano "humanitario y cultural", y al desarrollo de la "ciudadanía europea, tan querida para el presidente del Gobierno español".

Sean Kenny, alcalde de Dublín -ciudad que ostentó la capitalidad cultural europea el año pasado-, entregó a Álvarez del Manzano una placa grabada con la silueta de los 12 países de la CE. El regidor madrileño, que puso especial cuidado en mencionar a sus predecesores -el socialista Juan Barranco, presente ayer en el Salón de Columnas del Palacio Real, y el fallecido Agustín Rodríguez Sahagún-, afirmó tajantemente que "Madrid va a dar lo mejor de sí". "Por eso tengo confianza en que esta villa va a salir airosa del trance", apostilló Álvarez del Manzano, que dedicó "un especial recuerdo" al rey Juan Carlos, a quien deseo "un rápido y total restablecimiento" de las lesiones que sufrió cuando esquiaba.

Concierto extraordinario

El Ayuntamiento de Madrid ofreció posteriormente una recepción a los alcaldes de siete capitales europeas, así como a las delegaciones oficiales de la CE, entre las que figuraban varios ministros de Cultura o embajadores de los Doce.

En la tarde de ayer, la Reina presidió el concierto extraordinario de la Orquesta y Coros Nacionales, en el que se estrenó el preludio Madrid 92, obra del compositor Cristóbal Halffter, como acto oficial del inicio de los actos de la capitalidad cultural, aunque la programación ya se inició la semana pasada.