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Madrid en conflicto

Gabriela Cañas

El proyecto del ministro José Borrel que cierra la M-40 mordiendo el monte de El Pardo no ha gustado a la opisicón madrileña. Izquierda Unida, con cuyos votos se mantiene Joaquín Leguina en la presidencia de la camunidad, aunució ayer su rechazo "irrenunciable". Pero también ayer el Partido Popular hizo pública su opinión desfavorable al proyecto, en contra de sus correligionarios en el Ayuntamiento. Los socialistas del Gobierno regional se han quedado solos en un mal momento de las relaciones con sus socios de IU.

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Madrid en conflicto

Madrid 92 se inauguró ayer en una ciudad asediada por las basuras. El acto oficial, presidido por la Reina, tuvo como escenario una ciudad en conflicto. La política ofrece el desacuerdo entre los partidos de la Asamblea -incluso dentro del propio PP- sobre el paso de la M-40 por El Pardo. La vida municipal está alterada por los problemas de los basureros y de los enterradores. Los retrasos continuaban en Barajas, los controladores de la ORA siguen poniendo multas pese al fallo del Supremo. Y el mundo de la droga crea nuevos siervos.

La M-40 de Borrell aleja a IU de Leguina

"IU va a utilizar todos los medios a su alcance para evitar que se cometa este atentado ecológico. Nuestro rechazo al proyecto de Borrell es irrenunciable", dijo tajante Isabel Vilallonga, portavoz de la coalición en la Asamblea de Madrid.La oposición parlamentaria madrileña se ha tomado cuatro días para dar una respuesta a la sorpresiva propuesta del ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), José Borrell, que el viernes dio a conocer un proyecto que calificó de "duro ecológicamente" para el cierre norte de la 'M-40. Pero la respuesta ha sido contundente.

Ambas fuerzas políticas de oposición achacan al proyecto ministerial la única virtud de la baratura, lo que para el PP es casi un insulto. "Madrid es la comunidad con menos fraude fiscal y que más recauda en impuestos", recordaba ayer María Teresa Esteban, diputada nacional del PP, en Onda Madrid. "No es de recibo que, sin embargo, Borrell pretenda ahorrar dinero en una obra de este tipo". La última propuesta del Ministerio de Obras Públicas y Transportes -el tramo va de la carretera de Colmenar a la de La Coruña- reducía el coste previsto de 26.000 millones a la mitad. Dicho proyecto prevé realizar la autovía siempre en superficie y cortando la lengüeta del monte de El Pardo que baja hacia el hipódromo.

IU anunció su rechazo a este proyecto presentando una alternativa parecida a una barajada con anterioridad por el ministerio cuando lo dirigía Javier Sáenz Cosculluela. Esta alternativa evita recortar 80 hectáreas al monte de El Pardo y a cambio provoca la necesidad de expropiar varios chalés. "Nuestra propuesta es más cara", dijo Vilallonga, "aunque todavía no hemos hecho una evaluación económica". Julián Revenga, consejero de Transportes de la comunidad, aseguró que el hecho de que IU haya presentado un proyecto es en sí positivo. "Podría haber alegado como alternativa la ecologista: ninguna".

Ignacio del Río, portavoz de Política Territorial por el PP en la Asamblea de Madrid, piensa que la propuesta de Borrell es un puro recorte presupuestarlo" y una "improvisación técnica lamentable", y, acercándose a posturas ecologistas, que la M-40 debe afectar lo menos posible al monte de El Pardo.

No en todo están de acuerdo PP e IU. Para Del Río, el cierre de la M-40 es urgente. "La M-40 hay que cerrarla ya, pero hay que cerrarla bien", dice. Para Vilallonga, la M-40 puede esperar. "El tramo en cuestión ha de estar supeditado a la declaración del monte de El Pardo como parque nacional", explica, "y al cierre de la M-30, porque sólo entonces se sabrá el número de coches que necesitarán la M40".

Agrandar diferencias

La propuesta alternativa de IU supone alejarse en la medida de lo posible del monte de El Pardo, entrar en las caballerizas del hipódromo, hacer coincidir el trazado de la autovía con la avenida de Villamarín -aquí iría un túnel abierto- y terminar confluyendo con la N-VI como ya estaba proyectado.

"Tenerrios que estudiar ]á; propuesta (le IU", dijo ayer Revenga. "En principio veo que tiene una traza más larga, que afecta a más ciudadanos, ya que se interna en viales y zonas pobladas, y que obliga a destrozar los altos del hipódromo. También he de decir que entre estos altos y la conexión con el trazado del MOPT hay un desnivel enorme, lo que comportaría hacer una obra de gran envergadura".

Esta nueva discrepancia de IU con el Gobierno regional es, según Vilallonga, un punto más de fricción en unas relaciones cada vez más difíciles". El pasado viernes, el mismo día en que José Borrell daba a conocer su proyecto de la M-40, Leguina y Vilallonga se reunieron para hablar de todo los que les separa: las amenazas de desorbitadas subidas en las tarifas del transporte público, el problema de los realojamientos, el monte de El Pardo y los presupuestos de 1992, "la gota que ha colmado el vaso", según Isabel Vilallonga".

Para la portavoz de IU, las diferencias con el Gobierno de Leguina se van agrandando y la coalición no está satisfecha al 100% en el grado de cumplimiento del acuerdo programático.

El PP tiene 47 diputados; el PSOE, 41, e IU, 13. Con este reparto electoral, las palabras de la portavoz de IU tienen siempre una dura lectura para los socialistas: "El pacto PSOE-IU en la Comunidad de Madrid, efectivamente, no está en peligro por culpa de la M-40, porque yo creo que el Gobierno de Leguina va a asumir nuestra propuesta alternativa", decía ayer Vilallonga.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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