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La pareja que desapareció después de su boda, detenida por tráfico de drogas en Ecuador

Fernando Gonçalves García, de 24 años, y Encarnación García García, de 23, que desaparecieron misteriosamente de Madrid pocas horas después de haber contraído matrimonio, han sido hallados en Ecuador, donde están recluidos por tráfico de estupefacientes, según informaron ayer fuentes de la familia. Ambos fueron sorprendidos en la aduana del aeropuerto de Quito cuando trataban de sacar del país cinco kilos de cocaína ocultos en 10 pares de zapatos.

Fernando Gonoçalves y Encarnación García se casaron el pasado 23 de noviembre y fueron vistos por última vez a las doce de la noche del día siguiente, cuando su amiga Esmeralda los acompañó a una parada de taxis de San Fernando de Henares (véase EL PAÍS del pasado día 3). Los recién casados, que probablemente se marcharon de España con las 300.000 pesetas de regalo que les habían dado los 80 parientes que asistieron a su boda, llevan encarcelados aproximadamente un mes, a tenor de las investigaciones realizadas durante este tiempo por la unidad de Policía Judicial de la 112ª Comandancia de la Guardia Civil.

Sospechas

La pareja, que tenía su domicilio en la localidad madrileña de Aldea del Fresno, llevaba conviviendo dos años. El mismo día de su enlace matrimonial, el padre de Fernando Gonçalves le vio hablar con "un conocido traficante de drogas" del pueblo, según ha relatado Angelines García, la madre del joven. Entonces, el progenitor no dio demasiada importancia a este hecho, pero ahora tiene firmes sospechas de que dicho individuo pudo convencer a Fernando y a su mujer para que viajaran a Quito (Ecuador) y trajeran a España un alijo de cocaína con el que podrían hacerse ricos.

La Guardia Civil no ha precisado aún la fecha en que el matrimonio llegó a Ecuador, pero es muy posible que saliera de España el mismo 24 de noviembre. Los recién casados no acudieron a Almería, ciudad donde habían anunciado que iban a pasar su luna de miel.

Antena 3 Televisión informó ayer de que la pareja está presa en la ciudad de Quito, tras ser sorprendida en la aduana llevando cinco kilos de cocaína ocultos en 10 pares de zapatos. "Fernando no había sido detenido nunca por drogas", asegura su madre, quien confiesa ahora, no obstante, que el chico solía fumar porros de hachís, lo que había provocado que entre él y su padre surgieran frecuentes discusiones. A raíz de estos problemas familiares, Fernando había dejado de trabajar con su padre y se había colocado en la empresa de cerramientos metálicos Agra, de Leganés.

[Encarnación García declaró ayer a Radio Nacional que habían sido "víctimas de un engaño". "Habíamos comprado unos zapatos, pero también otra mucha ropa, porque aquí está todo más barato, y se conoce que nos la cambiaron por otros ( ... ) A nosotros nos han engañado, porque no tenímos nada que ver con esas cosas". "Soy inocente, yo no he hecho nada", añadió entre lágrimas].

La familia Gonçalves ha anunciado que hoy irá a la Embajada de Ecuador en Madrid para recabar información sobre la situación en que se halla la pareja encarcelada en aquel país. "También vamos a poner el caso en manos de un detective para que averigüe lo que ha ocurrido y quién ha liado a Fernando y Encarnación para que se metieran en este jaleo. Porque nos consta que ellos son unos ingenuos y que alguien les ha liado con esto de las drogas", señaló Angelines García.

Los recién casados fueron vistos por última vez por Esmeralda, quien ayer dijo que les había dado 10.000 pesetas de regalo. Encarnación y su marido fueron a ver a esta mujer para entregarle el ramo de flores de la novia, con objeto de que lo llevara a la tumba de su marido. Éste era compañero de trabajo de Fernando Gonçalves y falleció meses atrás en un accidente laboral. Desde el pasado 3 de diciembre, fecha en la que Fernando Gonçalves debía de haberse puesto en contacto con sus familiares, sus padres comenzaron a alarmarse y a iniciar las pesquisas para localizar a los recién casados.

La madre de Gonçalves está desconcertada, debido a que la Guardia Civil no le ha dado detalles del caso: "Estoy contenta de saber que están bien, pero preocupada porque me han dicho que las cárceles de esos países son muy malas. Estoy dispuesta a llegar al fondo del asunto y a descubrir quién está detrás de todo esto".

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