Ferrol, sin defensa ante la crisis

¿Crisis en Bazán? No, hay crisis en Ferrol", se sorprende Pedro, un pescadero del mercado local. Su perplejidad es una muestra de la identificación entre Bazán y la ciudad, y de la sensación de desaliento y pérdida de identidad que viven los ferrolanos. Primero dejó de ser "del Caudillo"; luego perdió 5.000 empleos de los astilleros de Astano en la primera reconversión naval; ahora, una segunda reconversión, provocada por la reducción de los gastos de Defensa, amenaza los 4.000 puestos de trabajo de Bazán, la última empresa que mantiene viva la tradición constructora de Ferrol.

Ferrol es desde hace 500 años una población pesquera, constructora de barcos y una base militar. Por eso, Carlos III la eligió, en 1788 para la creación de unos astilleros de donde han salido buena parte de los barcos de la Armada española, entre ellos el portaaeronaves Príncipe de Asturias.Alguien dijo que la militar es la única industria que no puede entrar en crisis, porque los estados siempre se pelean, pero semejante afirmación parece hoy dudosa. Los vientos de paz de la historia pueden acabar con una fábrica bicentenaria. "En los dos últimos años, se han derrumbado los bloques militares; la OTAN debe replantearse su papel, y España su política de defensa. Y si no se siguen construyendo barcos de guerra, será fatal para Bazán", señalan fuentes de la empresa.

En efecto, el Ministerio de Defensa es casi el único cliente de Bazán, tras la crisis de exportaciones registrada desde 1985. Tras una época dorada en que Bazán exportó barcos a Marruecos, Egipto, México y Argentina por un valor medio de unos 50.000 millones al año, las exportaciones cayeron en 1990 a sólo 3.497 millones de pesetas. La deuda externa de los países del Tercer Mundo fue la causa.

El primer apunte de la crisis se saldó con un plan de viabilidad en 1987, por el que Bazán redujo su plantilla a base de prejubilaciones y bajas voluntarias. En cuatro años, el número de trabajadores se redujo de 12.525 a 9.613, de los que más de 4.000 están en Ferrol, y los restantes se reparten en las plantas de Bazán en Cartagena y San Fernando (Cádiz). El ajuste de plantilla, junto con las inversiones de modernización, permitieron a Bazán cerrar 1988 con beneficios, tras 26 años de pérdidas ininterrumpidas.

El futuro de Bazán parecía halagüeño, tras la elaboración por parte del Ministerio de Defensa del Plan de Alta Mar de 1989, en el que se establecía un ambicioso plan de compra de barcos militares que aseguraba encargos a Bazán hasta el año 2003.

Problemas con la Armada

Pese a ello el recorte de gastos de Defensa empezó muy pronto. En 1991, el presupuesto de la Armada destinado a compras se redujo de los 61.000 millones inicialmente previstos a 29.000 millones, según fuentes de Bazán. Ante la falta de trabajo, Bazán se vio obligada a regular el empleo en las plantas de Cartagena y San Fernando, y además registró unas pérdidas de más de 5.000 millones de pesetas.Para 1992, el presupuesto de la Armada es sólo de unos 23.000 millones de pesetas, lo que ha provocado un nuevo expediente de regulación que afecta a 3.300 trabajadores de las tres factorías. Defensa no sólo ha reducido su presupuesto para Bazán, sino que ha incumplido sus compromisos de pago. El ministerio adeuda a Bazán más de 21.000 millones de pesetas. Por eso, 18 miembros del comité de empresa de Bazán en Ferrol iniciaron la semana pasada un encierro en la patrullera Vigía, considerando el buque -que aún no ha sido entregado a la Armada- embargado por impago.

Los trabajadores solicitan un plan de futuro para Bazán, y fuentes de la empresa consideran que, si la situación no mejora este año, Defensa debe comprometer un determinado volumen de carga de trabajo. Sin embargo, todos son conscientes de que el ministerio, tras incumplir el Plan de Alta Mar, difícilmente podrá adoptar otros compromisos.

Los sindicatos, como la empresa, consideran necesaria la diversificación, pero Bazán -perteneciente al INI, pero sobre terrenos e instalaciones. propiedad de Defensa- tiene prohibido fabricar barcos civiles.

Paradojas

El caso de Bazán encierra una paradoja fundamental, y es que pertenece al INI -es decir, al Estado- y arrastra numerosos problemas a causa de su casi único cliente, que es la Armada -es decir, el Estado- Quizás lo que el Estado ahorre por el lado del Ministerio de Defensa pueda acabar gastándoselo en subvenciones a una empresa del INI.La comarca de Ferrol tiene una tasa de desempleo del 30%, la ciudad ha perdido 5.000 habitantes en los últimos años y la crisis es tan imparable que "no han servido de gran cosa las declaraciones de Ferrol como zona de urgente reindustrialización (ZUR) o zona industrial en declive (ZID)". Hasta un sindicalista reconoce en estos momentos: "El problema es que esto ha sido como los países del Este, siempre ha dependido del Estado y no ha habido iniciativa privada para el desarrollo".

Casi todo Ferrol está con los trabajadores de Bazán, pero su carácter funcionarial ha causado resquemores en el resto de Galicia. Paco, un camarero de La Coruña, comenta: "La verdad es que, hasta hace 10 años, cuando no había crisis, los empleados de Bazán ganaban mucho más que otros gallegos y no se solidarizaron si otros tenían problemas.