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Las mujeres españolas sufren su incorporación a los trabajos duros

"La apertura de un peonaje duro para la mujer está, facilitando la aparición precoz de síndromes invalidantes dolorosos por fracaso del aparato locomotor". Así de tajante, contra la incorporación femenina a empleos que requieren considerables esfuerzos físicos, es la conclusión de un informe elaborado en las localidades madrileñas de Getafe, Parla y Pinto por la Sociedad Europea de Biosociología y el hospital universitario de Getafe.El estudio, realizado sobre 2.000 trabajadores de baja cualificación laboral y severas carencias socioculturales, alerta sobre la incidencia cada vez mayor en España del "dolor laboral", cuyos afectados suponen el 44% del total de las consultas de inhabilitación. Los autores de la investigacion estiman que la causa principal de esta patología es Ia frecuente incongruencia entre las capacidades psicofísicas del sujeto y las demandas del puesto laboral desempeñado".

Ségún Rafael González Mas, presidente de la Sociedad Europea de Biosociología, el cuadro de dolor laboral" afecta por igual a hombres y mujeres, si bien constata un incremento de estas últimas, y en edades tan precoces como el tramo de los 20 años, "al incorporarse a trabajos duros que el hombre ya no quiere". Se trata de mujeres jóvenes, con responsabilidades familiares y escasos recursos.

"Sucede con la limpieza de las calles", explica González Mas. "Ser barrendera de calle no es como barrer la casa. Con los movimientos de subir y bajar la escoba el peso puede llegar a suponer hasta 20 kilos en cada movimiento". Otro ejemplo es el de la carga y descarga, trabajo que, según este especialista, realizan cada vez más mujeres acuciadas por sus necesidades. "Hay chicas de 16 años que están movilizando en empresas privadas o almacenes de Renfe hasta 3.000 kilos en jornadas de 8 horas", asegura.

Fuerza muscular

González Mas estima que la mayoría de las trabajadoras españolas no puede desempeñar ciertas tareas por puros condicionamientos de fuerza muscular. "Lo mismo les ocurre a muchos hombres". Por ello insta a las empresas a tener en cuenta la adaptación del trabajador a su puesto de trabajo.-En este estudio se destacan las tareas, de las encargadas de las cajas en los supermercados, generalmente mujeres, quienes desarrollan un nada despreciable esfuerzo físico. "Están moviendo con una sola mano y con el cuerpo rotado miles de kilos de mercancías y en un desplazamiento de 70 centímetros" dice González Mas, aludiendo a los riesgos que entraña para la salud.

Los efectos del "dolor laboral" se caracterizan por dolor. vertebral y ulteriores alteraciones psicopatológicas con desadaptación y desmotivación para el trabajo. Este trastorno comporta a las empresas pérdidas económicas de 400.000 millones de pesetas anuales por bajas o incapacidades laborales.

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