Los problemas de los pensionistas

Todos los españoles demócratas nos congratulamos por esa buena imagen que ahora puede dar España, no sólo ante Europa sino ante el mundo entero, gracias al esfuerzo y a la extraordinaria labor llevada a cabo por nuestros dirigentes, que con tanto empeño y con no menos entusiasmo han llevado a cabo, especialmente en estos días en que con tanta dificultad se ha estado trabajando sobre el destino de esta vieja Europa.Nuestra más sincera gratitud a los hombres de nuestro país que, con una gran visión democrática, se esfuerzan por conseguir que España no vuelva a quedar marginada en el concierto de las demás naciones.

No obstante, quisiera puntualizar aquí algo desagradable que viene pasando en este nuestro querido país. Se trata del mal funcionamiento de algunas administraciones, que, por desgracia, no parecen tener muy en cuenta esa buena imagen que debemos seguir dando a Europa. Pues parece que queremos obligar al vecino a que limpie su casa antes de limpiar nosotros la nuestra.

Me refiero a lo que nos ocurre a los pensionistas que recibimos pensiones de algún país extranjero. En mi caso, de Alemania, donde he estado trabajando durante 26 años. De ese gran país, al que no ceso de alabar, tanto por el orden, la seriedad, sus maneras de hacer las cosas en lo que a trámites se refiere y la delicadeza que tienen al esforzarse por que los pensionistas cobren puntualmente sus pensiones. Para ello, envían los días 28 de cada mes el dinero a los bancos y cajas a fin de que puedan cobrar a primeros del mes siguiente los residentes en Alemania, y para los que residimos en otro país, lo envían el día 23 para que podamos cobrar cuando cobran los de allí, es decir, a primeros de cada mes. Ah, pero lo que no saben los alemanes es que España es diferente. Por lo menos mientras en algunos departamentos y oficinas existan personas contemporá neas a dicha frase. Ellos, los alemanes, se esfuerzan en enviarnos el dinero con bastante antelación, pero en la Caja Postal de Madrid se encargan de que cobremos cuando ellos estimen conveniente, pues es muy raro el que podamos cobrar antes del día 9 o el 12, como es el caso de los pasados noviembre y di ciembre. Esto me parece una falta de respeto no sólo para el país emisor, sino también hacia los ancianos, que necesitamos nuestro dinero para nuestro sustento y para pagar algunos gastos que si no se pagan puntualmente suelen tener un 20% de recargo.

Por todo ello, envío mi más enérgica protesta para los responsables de esas anomalías, cuya actitud les hace responsables de que algunos extranjeros sigan pensando que "en España no funciona nada" como he oído decir en más de una ocasión.- . , Granada.