Sentido crítico

Soy un universitario, estudiante de economía en la Universidad Complutense, y para desplazarme hasta el campus de Somosaguas tomo un autobús como cientos de personas. Diariamente un nutrido conglomerado de jóvenes es mansamente transportado como ovejas, apretadas, conducidas hacia él matadero (y no hay otro símil que mejor lo exprese), respirando el humo que arrojan los autobuses municipales; este humo es tan abundante que dudo si no seguirán utilizando carbonilla. ¿Qué sentido tiene el que ministerios como el de Asuntos Sociales, que se preocupa de nosotros hasta en lo más íntimo, haga campañas para prevenir el cáncer o el consumo de tabaco cuando se siente la boca aceitosa al esperar un autobús humeante. ¿Durante el trayecto me pregunto si la Universidad actual no es sino una forma de tenemos entretenidos y acallados a los jóvenes, pues, ¿cuántos otros han protestado por este hecho? ¿Qué sentido crítico tiene un alumno medio? Quizá es que la masa recibe en la Universidad un conjunto fragmentario de prejuicios que acaban por amoldar las mentes y anular el verdadero, sentido crítico.- .