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TRANSICIÓN EUROASIÁTICA

Acuerdo de alto el fuego en Georgia entre el Gobierno y las fuerzas de la oposición

Las fuerzas de la oposición y del Gobierno de Georgia llegaron ayer a un acuerdo de alto el fuego después de una semana de hostilidades. Los enfrentamientos comenzaron cuando los opositores trataron de tomar el edificio gubernamental el domingo pasado y desde entonces han muerto al menos 51 personas y otros tres centenares han resultado heridos de consideración. En el momento de iniciarse la tregua, a las cinco de la tarde de ayer, numerosos edificios del centro de la capital de Georgia, Tbilisi, seguían incendiados y el humo cubría la ciudad.

Las conversaciones que condujeron al alto el fuego fueron literalmente forzadas por jefes militares de ambos bandos, que aparecieron por separado en las pantallas de televisión para advertir que la situación no podía continuar deteriorándose. La oposición acusa al presidente Zviad Gamsajurdia, elegido en las elecciones celebradas la primavera pasada, de haber conducido al país hacia una nueva dictadura y pretende su derrocamiento, así como la reinstauración de la libertad de expresión y el derecho de manifestación. Garnsajurdia ha logrado resistir durante toda la semana, pero su posición ha ido poco a poco debilitándose al ir calando la idea, propagada por los atacantes, de que todo se arreglará en el momento en que el presidente abandone su cargo.Gamsajurdia tampoco tiene ningún apoyo exterior. Su postura, condescendiente con los golpistas de agosto, modificó radicalmente su imagen de disidente nacionalista que había luchado contra las autoridades comunistas. Georgia es la única de las 12 repúblicas de la antigua URSS que no está en la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en parte por el recorte a las libertades impuesto por Gamsajurdia y en parte por los graves problemas étnicos que arrastra.

"Espero que el sentido común se imponga", dijo un portavoz de la oposición al inicio de la tregua. Las negociaciones las llevaron a cabo, por la oposición, el dirigente de la Guardia Nacional, Tengiz Kitovani, y por el Gobierno, el ministro de Justicia y el fiscal general. Las negociaciones, ya con las armas calladas, se reanudaron a última hora de la tarde.

La imagen del centro de Tbilisi era durante la mañana ayer, cuando ya se había empezado a negociar, la de una ciudad arruinada, en la que, junto a edificios ya destruidos por el fuego, se hallaban otros ardiendo. Durante la noche, según informaciones facilitadas por la oficina georgiana en Moscú, las fuerzas de la oposición habían incluso ocupado algunas partes del edificio que sirve de sede al Gobierno y al Parlamento, parte del cual ardía. También fueron pasto de las llamas el Banco Nacional de Georgia y otros muchos edificios alrededor. El control del centro por parte de las fuerzas de la oposición era aparentemente total.

Algaradas en Moscú

Mientras, en Moscú y en San Petersburgo miles de personas reaccionaron con ira por la falta de alimentos básicos en las tiendas. También protagonizaron manifestaciones el viernes por la noche en ambas ciudades, las dos más importantes de Rusia, en vísperas de la temida liberación de precios, informa Efe. En la capital, una enorme cola de gente que esperaba ante una tienda en la calle de Tverskaya (antigua Gorki) cortó el tráfico en protesta por la falta de mercancías, especialmente vodka.

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En San Petersburgo, la falta del popular kalbasa (un embutido similar al salchichón) hizo reaccionar con furia a las personas que esperaban en una cola. Los manifestantes se lanzaron a la calle principal, la avenida Nevski, que quedó cortada durante hora y media.

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