Dobles imágenes
Estos últimos días he visto en TVE un anuncio-advertencia sobre el tema de los morosos y la Hacienda pública. Independientemente de los tintes fascistoides que lo envuelven, pienso en dos cosas que me atañen directamente.Un trabajo que realicé bajo el patrocinio del Ministerio de Cultural, el pasado mes de junio, me ha sido retribuido hace un mes, es decir, cinco meses de espera y endeudamiento con mis más allegados familiares y amigos.
Por otro lado, una beca que se me concedió para poder realizar un cursillo, el pasado mes de agosto, aún no la han ingresado en mi cuenta, y por lo que me han informado puede que tarde dos o tres meses más, es decir, para el año del fín del mundo. Me consta que no sólo no soy el único caso, sino que hay otros muchos en todo el país, ya desempeñen una u otra actividad para lo público.
Volviendo al tema del anuncio: el señor sentado en una silla envuelto en oscuridad (frente al resplandor circundante), ¿a quién representa exactamente?, ¿es el individuo frente al Estado o el Estado frente al individuo?
Empieza a sonarme familiar eso de las dobles imágenes, ya sea doble moral, dobles obligaciones o dobles actitudes, porque es la vomitiva moda que se ha impuesto en la política española. De todos modos, creo que cada país tiene el Gobierno (y también la oposición) que se merece. Por duro que parezca.- María González-Pumariega Solís.
