La investigación oficial de las empresas de MaxweIl responsabiliza del fraude a sus hijos

El juez que instruye el caso Maxwell podría procesar esta semana a lan y Kevin Maxwell, por su responsabilidad en el multimillonario fraude en los fondos de pensiones de sus empresas. Robson Rhodes, la firma de auditoría que investiga las cuentas de los Maxwell, ha remitido al juez un informe en el que se califica a ambos hermanos de "corresponsables" en la comisión de varios delitos, junto con otros altos directivos. Por otra parte, The Sunday Mirror afirmaba ayer categóricamente que Robert Maxwell se suicidó.

The Sunday Mirror argumenta que la autopsia no ha revelado pruebas concluyentes de crisis cardiaca, y se apoya en las conclusiones del forense británico Ian West, quien afirma que "no puede descartarse el suicidio" como causa del fallecimiento. Otras personas que conocían bien a Maxwell opinan asimismo que el magnate se quitó la vida. Nick Davies, el periodista de The Dady Mirror despedido por su presunta conexión con el espionaje israelí, cree que Robert Maxwell se suicidó "porque sabía que estaba acabado y no estaba dispuesto a soportar la vergüenza de ser despedazado por los lobos".Davies concedió una entrevista al dominical Observer, la primera desde que fue implicado junto con Maxwell en un asunto de espionaje a favor de Israel, en la que revela que sus relaciones con el magnate se complicaron cuando éste descubrió que el periodista era amante de Andrea Martin, su secretaria personal. MaxweIl contrató detectives para que les vigilaran durante las 24 horas del día. "Estaba enamorado de Andrea, pero en este caso su pasión fue puramente romántica", y en sus últimos días "estaba desesperadamente solo; no tenía ningún amigo, ni siquiera su familia", explica Davies de MaxweIl.

El periodista despedido siguió visitando a MaxweIl después de abandonar el Mirror. "Aunque siempre se dijo que, cuando RM te pasaba el brazo por la espalda y te llamaba amigo, tus días estaban contados", comenta, "podía ser un tipo encantador".

Los hallazgos de los contables de Robson Rhodes contribuyen igualmente a cimentar la tesis del suicidio. Está meridianamente claro que el imperio empresarial se hubiera hundido también de tener a su propietario al frente. La muerte libró a MaxweIl, en el momento justo, de enfrentarse a la justicia por el robo de 725 millones de libras (casi 130.000 millones de pesetas) a sus trabajadores y pensionistas.

10.000 afectados

Neil Cooper, jefe del equipo de auditores de Robson Rhodes, considera que sólo 200 millones de libras (unos 35.000 millones de pesetas), podrán ser recuperados en el mejor de los casos, por lo que los fondos de pensiones del Grupo Mirror y de otras empresas no podrán evitar la quiebra. Las compañías que habían expresado su intención de competir en la subasta de los periódicos Mirror se han replanteado la cuestión, al conocerse el tamaño del agujero que habría que cubrir, de hasta 100.000 millones de pesetas.

Los afectados por el fraude pretenden hacer pagar a la familia MaxweIl. Mirror ha anunciado que se querellará contra ellos y, si el juez cree que Kevin e lan son corresponsables, ambos hermanos se enfrentarán a las demandas de más de 10.000 afectados. De momento, Mirror ha decidido no pagar la pensión que debía percibir Elizabeth MaxweIl, la viuda, del magnate. Antes de morir, Robert MaxweIl había arreglado una pensión vitalicia de unos 50 millones de pesetas al año para su esposa, con cargo al fondo del Mirror. Los nuevos responsables del fondo consideran que sería "inmoral" abonar una suma tan alta a la viuda del "estafador", como le llaman diariamente sus antiguos periódicos. "Tuvo la desfachatez de llamamos por teléfono para reclamarnos el dinero de su pensión", dijo de Elizabeth Maxwell un portavoz del Grupo Mirror.

La viuda del magnate sólo posee ahora el lujoso castillo en Francia donde vive (valorado en unos 500 millones de pesetas). Sin rentas de ningún tipo. Las casas y bienes de sus hijos, incluyendo residencias en el extranjero, serán embargados si se les condenara a indemnizar a los pensionistas.