El cardenal de Bruselas critica el desarrollo del sínodo

Godfried Danneels, cardenal arzobispo de Malinas-Bruselas (Bélgica), lanzó ayer duras críticas al desarrollo del sínodo sobre La evangelización de Europa, que concluye hoy en Roma. Danneels, presidente de Pax Christi International, dijo que el borrador de declaración final estaba escrito antes de que comenzaran las sesiones, y, por tanto, "del tal embrión fecundado tal niño nacerá". El papa Juan Pablo II anunció ayer la creación de un super-ministerio, encargado de desarrollar la doctrina emanada del sínodo para la nueva evangelización de Europa.

El procedimiento con el que se ha llevado a cabo el debate ha creado desacuerdos entre los padres sinodales, según Danneels, mientras otras fuentes eclesiásticas romanas aludían ayer al dirigismo que ha guiado esta asamblea episcopal.Hoy se conocerán las conclusiones de uno de los más polémicos sínodos de los últimos años. "Estas sesiones llegan tarde si se han hecho como un gesto por la liberación de los países del Este, y llegan pronto si es para preparar la evangelización", subrayó el arzobispo de Bruselas. Ante los periodistas reunidos en la sede romana de Pax Christi, Danneels puso de relieve el foso que separa a los obispos del Este y del Oeste en el concepto de esta nueva evangelización.

"Ellos viven todavía en la fiebre de la fe y le dan mucho valor al sufrimiento padecido durante los años de opresión", a juicio del cardenal. "El hedonismo, el consumismo, son cosas propias de la sociedad occidental que no viven los países ex comunistas", agregó, explicando con ello las diferentes percepciones que existen sobre el futuro de Europa en el plano religioso. El arzobispo de Bruselas, que intervino en las sesiones plenarias del sínodo en favor del desarme total en Europa, subrayó ayer que su propuesta no quedará reflejada en el documento final, porque, a juicio de algunos, está "poco madura".

Eurocentrismo

La declaración final del sínodo es eurocéntrica y se olvida del Sur. "Incluso en las intervenciones ha habido algunas referencias a África, pocas a América Latina y ninguna a Asia", dijo Danneels. Una de las novedades más destacables del texto es que pide reciprocidad en el trato a la religión musulmana, que en muchos países es única y de Estado, lo que margina a las demás confesiones. Los resultados de esta asamblea episcopal no serán, pues, espectaculares. Danneels incluso fue más lejos al afirmar que estas sesiones son un primer escalón, que no tendrá ninguna trascendencia si se queda en un tímido primer paso.La respuesta a esa apreciación del cardenal de Bruselas llegó con el discurso pronunciado por Juan Pablo II en la tarde de ayer. "A beneficio de la evangelización en el continente europeo, pido a los presidentes delegados, al relator general, al secretario general y a los secretarios especiales que, en analogía a la obra del consejo de la secretaría general del sínodo, asuman el compromiso de someterme dentro de un año una propuesta concreta para que se dedique a la aplicación de los intentos sinodales. Tal estructura deberá asegurar que los esfuerzos en favor de la evangelización [por parte de organismos episcopales y de la propia Santa Sede] sean continuamente coordinados y tiendan al mismo fin, en los modos más oportunos, eficientes y creíbles", dijo el Pontífice.

Juan Pablo II también hizo referencia a 1992, aniversario de la llegada de los españoles a América. Sobre este hecho, el Papa destacó que, "si es justo confesar las culpas cometidas por los europeos durante varios momentos de su historia, no se puede olvidar su auténtico servicio misionero, que es una manifestación de libertad con la cual Cristo libera al hombre".

Hubo también referencias a los representantes de diversas Iglesias ortodoxas que no han asistido al sínodo. En concreto, no ha habido representación de los ortodoxos rumanos, búlgaros, serbios, rusos ni griegos, que han considerado una especie de competencia desleal la actuación de la Iglesia católica en sus países. "El hecho de que no todos hayan venido no ha cambiado el argumento que ha sido afrontado por el sínodo como res nostrá [nuestros asuntos]", dijo el Papa. "La ausencia de algunos delegados fraternos ha sido para el sínodo una kenosis [agotamiento] sui generis; pero vivida y sentida en tal espíritu puede servir a la causa en la que el sínodo se ha comprometido", añadió.