Fernández Ordóñez reanuda el miércoles, en Bruselas sus actividades en el exterior

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, ha tomado la decisión de realizar un viaje, el primero desde hace dos meses, y el próximo miércoles volará a Bruselas para asistir el jueves al Consejo Atlántico de la OTAN y a la reunión que los jefes de la diplomacia atlántica celebrarán el día siguiente con sus homólogos del disuelto Pacto de Varsovia y de las tres repúblicas bálticas.

Dos son las razones, según fuentes diplomáticas de su entorno, que han animado al titular de Exteriores a hacer este viaje, el primero desde que se desplazó a Argel el 19 y 20 de octubre, en vísperas de la Conferencia de Paz de Madrid sobre Oriente Próximo.La primera es una mejora en su estado de salud. Desde finales de octubre Fernández Ordóñez padecía fuertes dolores provocados por tres piedras alojadas en su vesícula que se han ido atenuando paulatinamente gracias a un tratamiento que no ha requerido intervención quirúrgica. Los médicos le han dado su visto bueno para que acuda a Bruselas, aunque le han advertido que el menor deterioro en su estado físico les hará cambiar de opinión.

La segunda es el convencimiento de que, en tanto que presidente honorífico del Consejo Atlántico, del que forman parte sus homólogos de la OTAN, debe no sólo asistir a la reunión sino ofrecer una cena, el jueves por la noche, a los 25 ministros de Exteriores y sus delegaciones, que se congregarán el viernes en la sede de la Alianza para el primer encuentro ministerial de estas características. En la cumbre atlántica de noviembre, en Roma, la OTAN acordó formular esta invitación a sus ex adversarios del Este.

Entre los invitados de Fernández Ordóñez estará uno de sus amigos, el soviético Edvard Shevarnadze, sobre el que el jefe de la diplomacia belga, Mark Eyskens, no ha dudado en preguntarse públicamente a quién representará. No se descarta que pueda acudir acompañado por los ministros de Exteriores de Rusia, Ucrania y Bielorusia.

Precauciones

El ministro español tomará algunas precauciones a la hora de hacer este viaje. Saldrá para Bruselas la víspera de la reunión para llegar descansado a la sede de la OTAN, y, sobre todo, estará acompañado por su esposa, Maripaz García-Pelayo, que vigilará su salud. A sus colaboradores, Fernández Ordóñez les ha indicado que este desplazamiento será un test y, si se encuentra bien, empezará a retomar su agenda de trabajo. Además de las habituales citas comunitarias en enero, tiene previsto un viaje a Tokio y Seúl y otro, acompañando a González, a Angola.Desde finales de octubre Fernández Ordóñez ha trabajado a medio gas sobre todo desde su casa, aunque por las mañanas solía acudir un rato a su despacho del Ministerio. Los viernes asistía también al Consejo de Ministros.

Los dolores que padecía le obligaron a cancelar varios encuentros con sus homólogos comunitarios para preparar el Consejo Europeo de Maastricht y renunció además a acompañar al presidente del Gobierno a la cumbres de la OTAN y de la CE y en sus visitas a Checoslovaquia, Guinea Ecuatorial e Israel. Tampoco irá a Trujillo (Cáceres) con González este fin se semana.