William Kennedy admite sus relaciones sexuales con Patricia Bowman, pero niega haberla violado
"Soy inocente, y no entiendo cómo se puede inventar una acusación de violación que puede enviar a alguien a la cárcel durante 15 años y destruir su vida y su familia" afirmó ayer William Kennedy Smith, que subió voluntariamente al estrado para defenderse de las acusaciones de Patricia Bowinan, la mujer de Palm Beach (Florida) que le acusa de haberla violado. Smith declaró durante más de dos horas sin perder el control de sus palabras y negando categóricamente que hubiera violado a la denunciante, a pesar de reconocer que ambos mantuvieron "relaciones sexuales".
"La conocí en Au Bar [un bar de Palm Beach], la invité a mi casa", declaró Smith. "Pensé que íbamos a tener relaciones [sexuales], le pregunté sobre su control de natalidad y ella me dijo que fuera prudente. Se colocó junto a mí, me acarició el pene y eyaculé; después me fui a dar un baño, y cuando salí del agua, Patricia no estaba en la playa. La encontré muy nerviosa en el jardín de casa, junto 'a la piscina", comentó el acusado."Ella no se bañó porque el agua estaba muy fría", continuó el acusado. "Me dijo que quería quedarse a dormir, pero le contesté que la casa estaba llena de familiares. Me besó e hicimos el amor en el jardín. Ella me puso [el pene] en su cuerpo y comencé a excitarme gradualmente, pero estaba un poco contenido para no correr riesgos de embarazo".
El reconoció que la llamó entonces inadvertidamente Cathy, y ella se enfadó, iniciando simultáneamente las acusaciones de que había sido violada. Ell miembro de la familia Kenriedy negó que violara a la denunciante y dijo sentirse muy sorprendido cuando, después de mantener relaciones, Patricia Bowinan comenzó a llamarle Michael. En su relato de lo que pasó la noche del 29 al 30 de marzo pasado, Smith no dejó de repetir que Bowman se quité, la ropa interior en su coche, poco antes de iniciar un paseo por la playa bajo la luz de la luna.
La fiscal Moira Lasch no consiguió acorralar al acusado ni tampoco ponerle nervioso, algo que parece obvio inclusopara los neófitos en temas judiciales. Smith logró superar el interrogatorio sin caer en contradicciones, demostrando entereza y confianza en sí mismo. Su declaración pareció creíble, aunque no exenta de la arrogancia que otorga el apoyo del clan político más famoso e influyente de Estados Unidos, además del mejor equipo legal que uno pueda imaginar.
Un caso difícil
Smith fue el 370 testigo del caso que ha subido al estrado de la pequeña sala de los juzgados de Palm Beach. Después de ocho días de juicio, las dudas persisten sobre si hubo o no violación. De hecho se trata de un caso difícil de determinar, porque a falta de pruebas concluyentes sólo existen dos versiones contrapuestas de un mismo acto.
Bowman, la denunciante, sólo cuenta a su favor con su relato, lleno de angustia y desesperación, pero no tiene testigos ni pruebas que demuestren con claridad que fue víctima de un ataque sexii ' al. William Kennedy Smith se está beneficiando de que Bowman no gritara al sentirse agredida y que la denunciante se quitara la ropa interior voluntariamente en el interior del coche.
A favor del denunciado también está su voluntariedad en subir al estrado y declarar ante el jurado y las cámaras de televisión. La juez Mary Lupo tuvo que interrumpir a la fiscal en varias ocasiones cuando, incapaz de acorralar al acusado, formuló dos y hasta tres preguntas simultáneas.
El acusado subió al estrado confiado. El pasado día 2, la juez Lupo evitó que la acusación presentará tres testigos que le acusaban de haberlas atacado sexualmente en el pasado. La decisión de la juez, una gran victoria para la defensa, se basó en el hecho de que ninguna de las tres potenciales testigos había presentado jamás una denuncia contra el joven miembro de la familia Kennedy.
Smith fue el cuarto miembro del clan que subió al estrado. Anteriormente lo hicieron su madre, Jean Kennedy Smith; su primo, el legislador Patrick Kennedy, y su tío, el senador por Massachusetts Edward Kennedy. Todos testificaron en su favor. Dijeron no haber oído ruidos ni gritos de ningún tipo durante la noche y recordaron que los sufrimientos que ha padecido su familia a lo largo de la historia les ha convertido en una familia muy unida y con una gran integridad moral.
De ser considerado culpable, Smith se enfrentaría a una condena que podría oscilar entre 4 y 15 años de cárcel.
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