'Motín' socialista contra el Gobierno francés por la ley de los hemofílicos contagiados con sida
El proyecto de ley aprobado por el Gobierno francés y destinado a indemnizar a las personas contaminadas con el virus del sida por transfusiones sanguíneas fue rechazado el pasado miércoles por la Asamblea Nacional francesa y muy concretamente por el Grupo Socialista.
El Gobierno pretendía recaudar entre 78.000 y 96.000 millones de pesetas mediante un impuesto que gravase con un 6% las pólizas de seguros. La medida afectaba concretamente a 55 millones de pólizas. Uno de los diputados socialistas afirmó sentirse "engañado", ya que siempre pensó que pagarían las compañías y no los asegurados.
La primera ministra, Edith Cresson, que había preferido la fiscalidad indirecta a la directa para evitarse el desgaste político que ésta comporta, aparece de nuevo como alguien rechazado por casi todo el mundo, incluido su propio partido. Cresson espera resolver el problema negociando un acuerdo con las compañías de seguros -deberían aportar un mínimo de 1.000 millones de francos-, forzando al Estado a vender algunas de las propiedades inmobiliarias que acaba de liberalizar en París.
En cualquier caso, el Gobierno necesita encontrar entre 195.000 y 290.000 millones de pesetas para atender su compromiso de indemnizar a las más de 6.000 víctimas causadas por los errores e imprevisiones del Centre National de la Transfussion Sanguine, así como por los ministros y altos cargos responsables de la sanidad de 1984 a 1986.
El rechazo del proyecto por parte de la Asamblea Nacional, calificado por algunos de "motín de la base del partido contra sus dirigentes", es sin duda una bofetada contra Edith Cresson.
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