La oposición recela del proyecto del PSOE de que los diputados tengan asistentes

Los principales grupos de la oposición mostraron ayer sus recelos ante la intención socialista de qué los diputados cuenten con asistentes parlamentarios con cargo a los presupuestos de las Cortes Generales. El Grupo Popular cree que es mucho más urgente crear una oficina presupuestaria del Congreso que pensar en la figura del "asistente", mientras que el CDS acepta la necesidad del apoyo técnico, pero "con mecanismos de control adecuados".

Izquierda Unida confía en la bondad de oficinas parlamentarias en cada circunscripción, y estima que se necesitarían unos 800 millones de pesetas anuales para ponerlas en marcha. Por su parte, el PNV cree necesaria la asistencia técnica a los parlamentarios, pero piensa que la opinión pública "no toleraría una solución semejante". Éstas son las posiciones fundamentales de los grupos del Congreso ante la propuesta que, al parecer, barajó el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval, la semana pasada, ante su grupo para dotar a cada diputado de un asistente que apoyase su trabajo parlamentario. Pese a la insistencia de EL PAÍS, ayer no fue posible obtener una sola respuesta de ningún responsable del Grupo Socialista en el Congreso.Por el contrario, el portavoz socialista en el Senado, Jaime Barreiro, aseguré que le parece bien "cualquier medida de apoyo porque los parlamentarios españoles son los únicos, en todo el mundo, que desarrollan su trabajo sin más ayuda. que un portafolios bajo el brazo". "Mi preocupación mayor", añadió Barreiro, "se centra en el diputado de fuera de 'Madrid porque pasa casi tres semanas al mes fuera de su circunscripción y el ciudadano no tiene a su disposición una oficina donde establecer relación con él". Según Barreiro debe ser el Congreso el que, en su opinión, "haga una evaluación de necesidades y, de acuerdo con las muchas variables que existen en distintos países formule una propuesta".

"Abusos"

Rodrigo Rato, del Partido Popular, dijo que su grupo, "no contempla la figura del asistente porque no nos ha sido planteada por nadie y, en todo caso, puestos a aumentar la asignación presupuestaria pata el Congreso, nos parece mucho más importante crear una oficina presupuestaria para analizar y seguir el desarrollo de los presupuestos del Gobierno". Rato agregó que hay "muchas carencias en la información de la marcha económica de la nación y de la gestión del dinero por.el Gobierno, de forma que sería importantísimo que los diputados pudiesen contar con esa oficina para llevar a cabo un seguimiento de estos temas".

En cuanto a una posible valoración del costo de esta asistencia, Rato señaló que su grupo no se ha planteado la cuestión, pero que si se calcula que hay 350 diputados y 254 senadores y se estima un costo anual de tres millones de sueldo por ayudante, sería fácil establecer un cálculo. Sobre esa base hipotética, que en ningún momento Rodrigo Rato, formuló con precisión técnica, el costo rondaría los 1.800 millones de pesetas, y a ello habría que añadir los gastos de teléfono, comidas, etcétera que esas personas generarían.

El dirigente del Grupo Popular recalcó que la figura del "asistente parlamentario" está tomada del Parlamento Europeo, donde, según dijo, "ha dado lugar a muchos abusos y nepotismos".

José Luis Núñez, de Izquierda Unida, comentó que su grupo propuso en octubre crear en cada circunscripción una oficina parlamentaria y estimaron que el coste sería de 5 millones de pesetas por año y grupo en cada circunscripción y que, en total, y teniendo cuenta la distinta implantación territorial de los grupos, supondría un gasto de unos 800 millones anuales, que la coalición juzgaba muy razonable.