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Entrevista:

"La corrución es inevitable con economía libre"

Pregunta. ¿Cómo puede explicar que sus propios enemigos le hayan pedido que vuelva a gobernar Camboya?Respuesta. Porque jamás he dejado de servir a mi país y a mi pueblo. Cuando Lon Nol [que derribó a Sihanuk en 1970] fue derrocado, y Pol Pot se hizo con el poder, yo también quise volver con mi pueblo y mi familia, y regresé voluntariamente. Pol Pot no me depuso; me pidió hasta dos veces que fuera el jefe del Estado, pero después de ver lo que le estaba sucediendo a mi pueblo no pude aceptar, así que dimití y me convertí en prisionero de los jemeres rojos. Siempre he servido con pasión a mi pueblo y a mi país. Y jamás he perdido el contacto con Camboya. Cada año, como jefe de la resistencia [la coalición tripartita de Camboya] visitaba la zona liberada y me mantuve en contacto con los sol dados, los oficiales y el pueblo. Sin olvidar que construí la Camboya moderna. Por eso tanta gente recuerda aquellos tiempos como nuestra edad de oro. Por esta razón, y porque son inteligentes, Hun Sen, Chea Sim Heng Sanírin y sus partidos querían que regresara y que prosiguiera el Saingkum, la política de Sihanuk.

P. Camboya ha pasado por la monarquía, Lon Nol, los jemeres rojos y, ahora, su regreso. ¿Por qué los fracasos anteriores?

R. La república de Lon Nol fue una catástrofe. Aunque debía su prosperidad y su posición a la monarquía, su error fue precisamente abolirla. Pol Pot era muy cruel y carecía de inteligencia política. Si hubiera encabezado un partido comunista como el de Hun Sen quizá habría tenido éxito y su partido y su régimen habrían disfrutado de una larga vida. La fuerza de Hun Sen y su partido estriba en que han sabido reconocer el momento para cambiar, y comprenden que con Sihanuk pueden construir un país moderno y feliz. Son patriotas. Por otra parte, desde el desmoronamiento de la URSS, reconocen que ya no pueden contar con ella cuando el propio Vietnam necesita también orientarse hacia los países ricos, incluidos EE UU y China, para obtener ayuda. Su intento durante 12 años de colonizar Camboya no aportó ningún beneficio. Finalmente, Vietnam, China y Hun Sen acordaron que la mejor solución era invitar a Sihanuk a que regresara.

P. ¿Qué tipo de sociedad desea crear en Camboya?

R. Un astrólogo de Hong Kong me predijo que sólo viviré otros cuatro años y que moriré a los 74, así que sólo cuento con un tiempo limitado para construir una Camboya pacífica y próspera. En los próximos cuatro años quiero establecer una democracia liberal y un sistema multipartidista. Respecto a la esfera económica, si queremos conseguir un rápido desarrollo deberíamos imitar a Tailandia. ¿Por qué? Porque allí pueden verse los resultados. El pueblo tailandés es feliz Y está disfrutando de un auge económico, con una elevada renta per cápita. Es verdad que hay corrupción, pero no podemos evitarla. La corrupción existe hasta en los países comunistas. Camboya debe convertirse en una nación con una economía de libre mercado, que atraiga las inversiones de los países ricos. No sólo participaciones, sino inversiones del ciento por ciento de Estados Unidos, Francia, Japón, Tailandia, Singapur y otros, con la garantía de que no habrá nacionalizaciones. Los jemeres rojos explotaron nuestros bosques y nuestra riqueza nacional, como las piedras preciosas. Es mucho mejor permitir la entrada de países ricos, que pagarán impuestos.

P. ¿Qué opina del riesgo de corrupción?.

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R. No diré que la corrupción está bien, y no me corromperé. Por supuesto le diré a mi pueblo que no debe corromperse, pero la corrupción es inevitable si se establece una economía de libre comercio, de libre mercado, tanto en el Gobierno, como en la Administración o en otros círculos. No olvide que hasta el ciudadano más pobre se beneficiará de una economía de libre mercado.

P. ¿Qué piensa del debate en el Parlamento japonés sobre el envío de fuerzas a Camboya?

R. Les doy la bienvenida con una condición: que cambien su ley, ya que todavía existe una legislación que prohíbe el envío de tropas, en el marco de las fuerzas de las Naciones Unidas, para ayudar a países como Camboya.

P. ¿Le gustaría que la monarquía fuese restaurada?

R. Yo soy republicano. Ser rey o no serlo depende del pueblo. El pueblo desea que sea rey, pero hay gente que se opone. Son Sann es totalmente contrario a la monarquía. Pero Hun Sen es inteligente, y sabe lo que siente el pueblo. Por otra parte, tener un rey constitucional es muy positivo. Sería una táctica excelente para Hun Sen si deseara neutralizarnos a mí y al príncipe Ranariddh, mi "príncipe heredero". Si deseas el poder debes reinstaurar la monarquía en la persona de Sihanuk. Si el pueblo me eligiera como presidente, ejercería el poder, pero al reinstaurarme como rey me neutralizarían completamente. No existiría ningún peligro para aquéllos que desean ejercer el poder.

P. ¿Desconfia de los jemeres rojos?

R. Como sabe, aparte de Pol Pot e leng Sary, hay muchos jemeres rojos que siguen siendo fieles a las ideas de Pol Pot, pero son gente inteligente. Saben que la situación ya no es la misma. Cuando se hicieron con el poder, Estados Unidos no tenía ninguna influencia en el sureste de Asia y ya no podían intervenir en Camboya; en aquella época, los vietnamitas, los chinos, los sovíé,ticos eran partidarios de los jemeres rojos. En la actualidad, por el contrario, la comunidad internacional no les permitirá que vuelvan al poder. Si los jemeres rojos se atreven a intentar un golpe de Estado, la comunidad internacional invitará a Vietnam a salvar al pueblo camboyano. Son crueles y duros, pero también inteligentes.

P. ¿No está agradecido, a pesar de todo, a Vietnam por haber liberado al pueblo camboyano de los jemeres rojos?

R. El asunto es más complejo. Aunque era prisionero de los jemeres rojos, y me amenazaban la tortura y la muerte, resistí y luché contra la invasión de mi nación por un país extranjero. Los vietnamitas colonizaron Camboya con el pretexto de salvar a mi país del yugo de los jemeres rojos. Era mi deber dirigir la resistencia contra los invasores. Sin embargo, y con toda franqueza, si aquella intervención de Vietnam no se hubiera producido no habría podido recibirle esta noche. Estaría muerto. Y, peor aún, Camboya estaría muerta.

P. ¿Dónde está su pequeño caniche blanco, Mickey?

R. Mickey está muerto. No sé qué pasó, ya que sufrió repentinamente un ataque terrible. Como si hubiese tomado veneno. Tal vez veneno para ratas. Después de eso me compré un Mickey pequeño en Francia, de tres meses, y murió de la misma forma que Mickey, que tenía 10 años. Todavía estoy impresionado. Y el segundo murió pocos días después, de la misma manera. El astrólogo me dijo que yo siempre estaba en peligro y, para salvarme, los perros murieron con grandes sufrimientos. He tenido que pagar un precio por mi gran e histórico triunfo para salvar a mi país. Pero mis dos perros pagaron por mí. Fue un precio muy elevado y triste.

Traducción: Nuria Barrios.

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