El Gobierno vasco destina 250 millones de pesetas para la creación del banco público

El Gobierno vasco ha introducido una partida de 250 millones de pesetas en el anteproyecto de presupuestos generales de la comunidad para 1992, cuyo objetivo es "poner en marcha la entidad financiera pública vasca", según confirmó ayer el consejero de Hacienda, Jose Luis Larrea. Esta reivindicación del Partido Nacionalista Vasco frustró en noviembre la posibilidad de repetir la coalición PNV-PSE y dio paso a la coalición tripartita nacionalista.La puesta en marcha de la entidad financiera vasca está prevista en la Ley de Aportaciones, que regula el flujo de dinero de las diputaciones forales al Gobierno vasco, y que para 1992 es de 416.590 millones, de los 538.071 que tiene el presupuesto de la comunidad autónoma.

Los socialistas han aceptado el planteamiento nacionalista, y ahora coinciden en la necesidad de una entidad pública que coordine la actividad financiera de las administraciones públicas, como el propio Gobierno autónomo, las diputaciones y los ayuntamientos.

El Consejero de Hacienda dijo ayer, tras la reunión del Gabinete, que sigue abierta la cuestión sobre la naturaleza jurídica que tendrá la entidad. "Puede ser un organismo autónomo, una sociedad pública, una caja o un banco", declaró, "todo depende del nivel de entendimiento al que lleguemos con la Administración central". La autorización para crear un banco la concede el Banco de España, mientras que el Ejecutivo autónomo es competente en materia de cajas de ahorro.

El próximo viernes, la Administración central y la vasca iniciarán la negociación del cupo, el dinero que el País Vasco paga a Madrid por los servicios que no están transferidos a la comunidad. En ese foro piensa solicitar para la institución financiera pública vasca la gestión de los coeficientes técnicos de caja de las cajas vascas. Ese 5% supone aproximadamente unos 100.000 millones de pesetas.

El Gobierno vasco justifica la puesta en marcha de un banco púlico como un elemento de coordinación para los tres niveles de la Administración publica -Gobierno, diputaciones y ayuntamientos-, facilitando, entre otras cosas, un endeudamiento más ventajoso. Sin embargo, desempeñaría también un importante papel en la financiación de las infraestructuras que tiene que acometer la Administración central en territorio de la comunidad, adelantando dinero. Fundamentalmente, en el enlace ferroviario de las tres capitales vascas, la llamada Y en alta velocidad.