El Papa califica a los narcotraficantes "mercaderes de la muerte"

En la clausura de la Conferencia Internacional Droga y Alcoholismo Contra la Vida, Juan Pablo II llamó a los traficantes "mercaderes de la muerte" y renovó el llamamiento que hizo hace dos años "a las instancias públicas, tanto nacionales como internacionales, a fin de que pongan freno a la difusión del mercado de las sustancias estupefacientes". El Papa calificó la droga y eI alcohol de "insidiosas plagas sociales que se difunden por el mundo entero, favorecidas por fuertes intereses económicos y a veces políticos".Juan Pablo II quiso, sin embargo, establecer una diferencia entre la utilización de las drogas y del alcohol y aseguró que mientras "un moderado uso de este último como bebida no choca con prohibiciones morales y sólo su abuso es condenable, el drogarse, por el contrario, siempre es ilícito porque comporta una renuncia injustificada e irracional a pensar, querer y actuar como personas libres".

La postura de la Iglesia sobre el vino había sido ya explicada en la presentación de las jornadas por el cardenal Fiorenzo Angelini. Interrogado por un redactor de Il Corriere Vitidinicolo, quien le expresó el malestar del sector porque la Iglesia juntara en un título droga y alcohol, el cardenal le tranquilizó diciendo que una cosa es el alcohol y otra el alcoholismo, y le recordó cómo la Biblia, san Pablo y otros padres de la Iglesia ya instaban a abandonar el agua y a echarse para el cuerpo algún vasito de vino que otro.