Europa desea integrar a la Unión Soviética en su programa espacial

La decisión de establecer una cooperación lo más estrecha posible con la Unión Soviética en el campo especial fue ratificada ayer por los ministros de los 13 países miembros de la Agencia Europea del Espacio (ESA) al término de la reunión mantenida en Múnich.

El ministro alemán de Investigación y Tecnología, Heinz Riesenhuber, calificó de fascinante el acuerdo de estudiar en 1992 las vías de cooperación con las demás potencias espaciales "en primer lugar en Europa" como reza la resolución aprobada ayer. Riesenhuber admitió, sin embargo, que las consideraciones económicas, especialmente las planteadas por su país, han influido en la decisión del Consejo de Ministros de la ESA, aunque aseguró que Alemania no piensa salirse de los programas tripulados de la agencia, que, por otra parte, continuarán durante 1992 con los porcentajes previstos de participación de cada país.El ministro alemán también recordó las dificultades actuales para negociar con la URSS. "No sabemos de quién va a depender el cosmódromo de Baikonur, ni otros institutos y, laboratorios. Esperamos que en los próximos meses se aclare la situación".

Claudio Aranzadi, ministro español de Industria, también se mostró satisfecho del resultado de la reunión ministerial que ha presidido. La delegación española ha logrado la aprobación del documento que garantiza un alto retorno industrial y tecnológico a los países miembros por su aportación financiera a la agencia y que se derinan los elementos de la infraestructura en tierra del programa tripulado. Esto incluye las instalaciones que se construirían en Almería, además de la pista de aterrizaje, para el transbordador Hermes.

Otros detalles en torno al acuerdo adoptado de retrasar un año la decisión financiera respecto al programa espacial europeo a largo plazo se conocieron ayer. Los ministros aprobaron el comienzo del programa de observación de la tierra, el nuevo favorito de muchos países de la ESA frente a los programas tripulados. También acordaron una reducción del 5% del presupuesto previsto para 1992, que suponía un aumento del 18% respecto al de 1991. Por otra parte, a partir de ahora la CE será miembro asociado de la organización.