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Entrevista:

"Hay que vacunarse contra el Quinto Centenario"

Pregunta ¿Se merecía el V Centenario una novela como ésta?Respuesta. Creo que hay que vacunarse contra el V Centenario. La verdad es que, desde que se empezó a anunciar la extensa y millonaria programación de los festejos del Descubrimiento de América, supe que tenía que hacer algo. Yo estoy absolutamente en contra de celebrar lo que considero un claro genocidio. Y cuando llegó el culebrón, a modo de venganza de Moctezuma, pensé que no había nada mejor que utilizarlo para glosar a mi manera el V Centenario.

P. ¿No es demasiado cruel criticar el V Centenario a golpe de culebrón?.

R. En Ceguera de amor, el culebrón es una excusa para tomar el pelo al Descubrimiento a la vez que me da entrada para meterme con el éxito rápido y el todo vale que caracteriza al personaje masculino principal.

P. Puede que los contrarios al V Centenario no consideren que el culebrón sea el arma más auténtica y adecuada con la que luchar.

R. Sí, porque el culebrón nos llega de la mano del criollo, del español que nos sobrevivió. Creo que el culebrón es a la conquista de América una falsificación tan grande como lo es a la realidad de latinoamérica y por eso tomo el pelo por igual a ambos espectáculos, porque ambos son falsificaciones de la realidad. Todo eso que dicen ahora de que el Descubrimiento es parte de la modernidad no puede ser más falso. El culebrón es igual de mentiroso. Está lleno de trampas, como el hecho de que te enseña que no puedes follar so pena de quedarte ciega o ir a la cárcel de mujeres.

P. ¿Se ha tenido que tragar muchos culebrones para dar autenticidad a la novela?

R. Me he tragado muchos y sin esfuerzo, porque soy una consumidora voraz de todo lo que pasa en la pantalla. Soy capaz de engancharme a cualquier historia y los culebrones me enganchan lo mismo que me prendía con las películas aquellas tan horribles del cine español de cuando yo era jovencita. Desde la infame El balcón de la luna hasta muchas otras. Y luego está ese mensaje subliminal de todo culebrón que es la resignación. Corín Tellado ya lo practicaba y le fue muy bien. Es gracioso ver que salen curas pero no militares, desde luego no salen esos militares dictadores que todos conocemos, como tampoco sale un montonero ni ningún guerrillero.

Enamorado de su madre

P. Una falta de realismo total respecto a la América del Sur que ha retratado en sus artículos periodísticos.R. La realidad está ausente. A veces vislumbras algo. En ésta que hay ahora, Rubí, sale algo insólito en el culebrón: un exterior que quiere ser una barraca, pero que es tan falsa como esas cárceles de mujeres que filman y que parecen internados cinco estrellas para señoritas vírgenes. La verdad es que sigo todas estas novelas. y que mi favorita es Ines Duarte, secretaria, en la que hay un personaje insólito: un homosexual, que no se dice que lo es, pero está enamorado de su mamá mueve las manos con una pluma terrible.

P. El libro está plagado de esos apuntes propios de sus artículos.

R. Es cierto. Está lleno de pinceladas de cosas de la vida cotidiana que yo veo en mi vida como periodista. Tienes que escribir de lo que te rodea. El libro está lleno de mi filosofía de la vida y me he divertido mucho escribiendo. Es más, lo he escrito para divertirme. En ese sentido ha sido un poco distinto a Oh, es él, que lo terminé porque tenía un contrato y estaba ahogada de dinero.

P. En ambas novelas parte de sujetos o circunstancias reales (en el primero Julio Iglesias, en el segundo el V Centenario), ¿no le atrae escribir apoyada en la pura invención?

R. El apoyo en la realidad es, en mi caso, inevitable, por que mi vinculación al periodismo es muy fuerte. Y lo es de tal forma que estoy preparando un manual para periodistas, Más masters da la vida, en el que cuento mis experiencias en el mundo del periodismo, incluidas mis relaciones con los jefes (no daré nombres), mis frustraciones, mis satisfacciones, mis amores, mis broncas con los taxistas y todo aquello que considere de utilidad para los nuevos periodistas.

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