Incapacidad para bailar 'country'
Además de Laura y Nuria, otros jóvenes intérpretes presentes en la asamblea como Carmen, madrileña de 26 años, y Juan, un joven actor salmantino de 28 años, insisten en que las creaciones culturales propias no podrán desaparecer a pesar de la americanización. "El ser humano necesita algo más que el trabajo. No todo puede ser trabajo. Las personas necesitan salir fuera de sí y crear sobre aquello que sien ten como propio", puntualiza Carmen, mientras Juan bromea: "De acuerdo que aquí comemos todos hamburguesas, pero a ver quién es capaz de bailar country". Todos ellos comulgan con el ideal de que el actor es necesario, porque sólo él es capaz de llevar los sueños de un pueblo a un escenario. Para conseguirlo es necesario una media de cuatro o cinco meses a razón de 10 horas diarias de trabajo ya que, a falta de presupuesto, ellos mismos cosen el vestuario, construyen el decorado montan las luces y escriben el libreto. Pero saben que con ilusión y sin dinero para hacer giras este ideal de servicio público y social se desmorona. "Son muy pocos los que pueden ver estos montajes precarios", comenta Carmen.Nuria y Laura explican que, a pesar de esas condiciones, el grupo de pantomima al que pertenecen ha conseguido actuar en Oporto, viajar a Lille (Francia) e incluso el ministerio canadiense les reclamó junto a Dagoll Dagom para un festival internacional. "No pudimos ir, claro", dice Laura, "porque pedimos una subvención para el viaje pero el ministerio no nos la concedió porque no éramos conocidos. ¡Cómo lo vamos a ser si aun cuando nos reclaman desde el extranjero no podemos actuar!". Dagoll Dagom, en cambio, sí fueron.
Babelia
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